Cuando una persona o familia no puede tener un hijo de forma natural con sus propios gametos, actualmente hay dos opciones viables: la adopción o la gestación subrogada, esta última conocida vulgarmente como vientre de alquiler.
Dependiendo de las preferencias de cada familia, una puede ser más ventajosa que la otra, y viceversa. Habrá que valorar las ventajas y los inconvenientes de cada opción velando siempre por el interés superior del menor y el bienestar de la familia a largo plazo.