¿Cuándo contarle al niño que ha nacido por gestación subrogada?

Por Equipo de Babygest
Actualizado el 25/11/2015

Revelar o no al futuro hijo el modo en que ha sido traído al mundo es algo sobre lo que los padres deben discutir y decidir preferiblemente antes del nacimiento del bebé.

Algunos papás prefieren ocultar a su hijo el hecho de haber nacido gracias a la generosa ayuda de otra mujer que se ofreció a gestarlo y cuidarlo durante los nueve primeros meses de su existencia. Sin embargo, otros deciden contar a sus hijos que tuvieron que recurrir a la gestación subrogada para poder tenerlo, incluso antes de que estos niños tengan capacidad de comprensión.

¿Tiene esto sentido? ¿Se debe contar a edades tan tempranas o es mejor esperar a que el niño pregunte? ¿A qué edad se recomienda contarlo para que pueda entenderlo bien y no hacerse ideas erróneas?

A continuación tienes un índice con los 2 puntos que vamos a tratar en este artículo.

Entender la gestación subrogada

La gestación por sustitución es un proceso reproductivo complejo, especialmente desde el punto ético y emocional. Es complicado de entender incluso para algunas personas adultas por lo que es lógico imaginar que puede ser mucho más difícil para un niño.

A pesar de esto, los expertos, a raíz de los estudios realizados, recomiendan no esconder al niño que ha nacido del vientre de otra mujer diferente a su mamá, es decir, a través de un proceso de gestación subrogada. Es más, se aconseja contarlo desde edades muy tempranas.

Parece ser que los 3 años es una buena edad para explicar por primera vez al niño en qué consiste la gestación por sustitución. Lógicamente, el discurso debe amoldarse a la capacidad comprensiva del menor y a medida que crece ir añadiendo datos reales.

No tiene sentido hablarle a un niño sobre el útero, capacidad reproductiva, embarazo, parto, gametos, etc. Sin embargo, sí se puede hablar por ejemplo de semillitas de papá y mamá, barriguita de otra mujer, desarrollo del bebé, etc.

Contarlo a edades avanzadas implica haberlo escondido durante un tiempo. Esto puede ser entendido por el niño, quizá ya en la complicada adolescencia, como una mentira por parte de sus padres, generando en él frustración y posible rechazo a sus padres.

Contarlo desde edades preescolares ayuda a que el niño lo entienda y no le afecte a su desarrollo intelectual y emocional.

Nuevos modelos de familia

Son varias las familias que no encuentran el momento adecuado para explicar a sus hijos su verdadero origen y por ello finalmente la idea de contarlo se desvanece. Esto hace que el niño crezca creyendo o dando por hecho un origen diferente al real. Mientras no se nos diga lo contrario, las personas no tendemos a plantearnos nada fuera de lo "normal".

Para los nuevos modelos de familia como las formadas por solo hombres (hombre soltero o pareja homosexual masculina) es algo más fácil contarlo a los hijos. En primer lugar porque los niños preguntan a edades más tempranas debido a la ausencia de mamá y en segundo lugar porque los padres no lo esconden a nadie principalmente por la evidencia (hombres solos no pueden tener hijos de forma natural.

En familias formadas solo por hombres, se vive con la idea de la gestación subrogada en la mesa y por ello los niños lo asimilan y entienden desde edades preescolares. Sin embargo, en parejas heterosexuales la posibilidad de esconderlo a familiares y amigos abre también la posibilidad de no contarlo al futuro niño. Esto puede ser peligroso por el riesgo de que el niño llegue a descubrir su origen accidentalmente.

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