Ecografías en el embarazo

Por (embrióloga).
Actualizado el 21/08/2015

A lo largo de los 9 meses de embarazo, la gestante debe realizarse ecografías de manera periódica y de esa manera se pueda estudiar cómo va desarrollándose el feto en su vientre. Aunque generalmente se suelen realizar tres ecografías en las semanas 12, 20 y 32 de embarazo, es posible realizar más ecografías sin que suponga ningún riesgo para la evolución del embarazo ni la salud del bebé.

A continuación tienes un índice con los 4 puntos que vamos a tratar en este artículo.

Seguir el embarazo por ecografía

Si la gestante establece relación con la familia de intención, algo que generalmente se recomienda, mediante las ecografías, los futuros padres pueden seguir el embarazo de una manera más cercana y apreciar como va creciendo su bebé.

Es importante que tanto la gestante como los padres de intención conozcan que la ecografía no causa daño alguno ni en la gestante ni en el bebé y que, aunque la ecografía normalmente ayuda a diagnosticar malformaciones en el feto, existen anomalías que no son visibles mediante el ecógrafo.

Normalmente se realizaba la ecografía 2D por vía abdominal preferiblemente aunque también por vía transvaginal. No obstante, en la actualidad ésta ha sido sustituida por los nuevos sistemas ecográficos que permiten obtener imágenes del feto en 3D e incluso en 4D. Ésta última nos permite ver el movimiento del bebé en el interior del vientre.

Desarrollo fetal

Como hemos indicado, aunque es posible realizar más ecografías ya sea por petición de los padres, de la gestante o por indicación médica, generalmente se realizan como mínimo tres ecografías:

  • Primer trimestre: esta imagen tomada entre la semana 6 y la 13, nos permitirá confirmar el embarazo por visualización del saco embrionario así como tomar medidas del feto y oir su latido. Además, se verifica la ausencia de graves anomalías morfológicas en el feto por observación del cráneo y otros órganos y también por la medición del pliegue nucal.
  • Segundo trimestre: esta ecografía se realiza entre las semanas 16 y 20 de gestación. En ella se realiza un examen morfológico completo, se evalúa el corazón y se tomas medias de la cabeza, abdomen y fémur, comprobando así que el crecimiento es adecuado. En este momento se determina además el sexo del bebé.
  • Tercer trimestre: se determina la posición fetal así como la aparición de anomalías morfológicas tardías. Además, se estudia la posición de la placenta así como el cordón umbilical y la cantidad de líquido amniótico. Se toma medidas del feto y se determina el sexo en caso de no haberlo visto claramente en la segunda ecografía. Esta imagen se toma entre las semana 32 t 34 de embarazo.

Ecografías 3D y 4D

La ecografía 3D ha ido sustituyendo a la ecografía 2D desde su aparición a principio de los años 90; de hecho, en la actualidad ya es algo rutinario ya que permite la visualización del feto con una resolución y nitidez increible en comparación con el anterior sistema de dos dimensiones.

Nos muestra una imagen que incorpora el volumen fetal, es decir, una imagen estática en 3D que permite ver sus estructuras con un color más nítido que el antiguo blanco y negro. El tercer plano que incorporamos es el plano frontal, si hablamos de sondas abdominales, y el plano transversal en las sondas vaginales.

La más avanzada tecnología ecográfica en cuatro dimensiones, la ecografía 4D o “ecografía tridimensional en tiempo real” añade a sus antecesores una cuarta dimensión: el movimeinto del feto a tiempo real.

Poder ver el movimiento del feto permite tener una percepción más ajustada a la realidad del comportamiento del futuro bebé y su actividad motora y fisiológica en el interior de la cavidad uterina, favoreciendo así la determinación de anomalías y facilitando el estudio de la evolución del desarrollo fetal.

El momento adecuado para realizar el ecografía 4D es entre las semanas 25 y 32 de gestación, ya que se necesitan suficiente cantidad de líquido amniótico para obtener una buena imagen. En semanas posteriores el líquido amniótico disminuye y el volumen fetal aumenta, dificultando la obtención de una imagen tridimensional nítida.

En gestación subrogada, este tipo de ecografías supone un gran impacto psicológico en los futuros padres, ya que les permite seguir con total detalle el embarazo y la evolución de su bebé.

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Autor

 Andrea Rodrigo
Andrea Rodrigo
Embrióloga
Licenciada en Biotecnología por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) con Máster Universitario en Biotecnología de la Reproducción Humana Asistida, impartido por la Universidad de Valencia en colaboración con el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI). Postgrado de Experto en Genética Médica. Más sobre Andrea Rodrigo

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