La gestación subrogada, también conocida como maternidad subrogada, subrogación uterina o, de forma más ofensiva, vientre de alquiler, es la técnica de reproducción asistida que mayor variedad de opiniones suscita. Esto es debido a las consecuencias éticas, jurídicas, médicas y psicológicas que pueden derivarse de su aplicación.
Por ello, es importante valorar los posibles efectos y riesgos tanto para la gestante, conocida como madre gestante o madre de alquiler, como para los padres de intención y el futuro bebé.
A continuación tienes un índice con los 7 puntos que vamos a tratar en este artículo.
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Aspectos psicológicos
La gestación subrogada es un proceso reproductivo por el que una mujer gesta el bebé de otra mujer, hombre o pareja y lo entrega a éstos tras el nacimiento.
Se trata de un procedimiento que rompe con el concepto tradicional de madre, considerada como la mujer que da a luz. Por esta razón, muchos se preguntan si someterse a esta técnica puede conllevar algún tipo de efecto o riesgo psicológico, tanto para la gestante, por tener que entregar al bebé que ha gestado, como para los futuros padres, por tener que recurrir a esta técnica.
Gestante subrogada
Aunque la gestante tiene claro que el bebé que gesta durante 9 meses no es su hijo (y así lo declara en el contrato de gestación subrogada), existe el conocido vínculo materno-fetal. Esto significa que el bebé se alimenta y crece gracias a las aportaciones de la mujer que lo gesta. Por esta razón, es inevitable que exista un pequeño sentimiento de pena o impotencia al entregar al bebé.
No obstante, como muchas mujeres gestantes indican:
Es fundamental entender el proceso y ser consciente de que el bebé que gestas no es hijo tuyo. Esto reduce muchísimo el vínculo maternal y evita el sufrimiento por la entrega a sus verdaderos padres.
El coste emocional es grande y no todas las mujeres están capacitadas para ser gestantes. Ésta es la razón por la que las agencias de gestación subrogada hacen numerosas pruebas médicas y psicológicas a las gestantes antes de iniciar el embarazo subrogado.
De esta forma, se aseguran de que la gestante está preparada psicológicamente para actuar como tal, por propia voluntad y sin presión moral alguna, reduciendo así las posibles consecuencias negativas a nivel emocional.
Padres de intención
A algunos padres de intención les cuesta asumir la necesidad de este tratamiento; otros pueden pensar que su hijo no les querrá por haber sido gestado por una mujer 'extraña', etc. Por tanto, el inicio de un proceso de gestación subrogada tampoco es fácil para los padres de intención.
En este sentido, también es importante que los futuros padres por gestación subrogada entiendan y acepten lo que ello supone: la renuncia al vínculo de la gestación y el parto, así como, en algunos casos, a la carga genética si fuera necesario recurrir a la donación de óvulos y/o semen.
Por otra parte, el tremendo dolor que supone para muchas parejas la incapacidad de concebir y el enorme deseo por tener un hijo les lleva a dedicar grandes esfuerzos por la gestante.
La gestación subrogada es el tratamiento de reproducción asistida más complejo. Por ello, es importante que te pongas en manos de buenos profesionales. Por ello, te recomendamos visitar el este artículo para leer algunos consejos antes de adentrarte en este proceso.
Cabe remarcar que es recomendable que exista relación entre la gestante y los futuros padres, pues ello hará que ambas partes se vuelquen más emocionalmente y ayudará a reducir los efectos negativos.
Problemas sociales
A nivel social, la gestación subrogada recibe numerosas críticas. Una de las razones principales es que muchas personas consideran que este método contempla la maternidad como un negocio y, el cuerpo de la mujer, como una mercancía.
Pese a ello, cada vez hay más personas que entienden la gestación subrogada como una oportunidad para muchas personas y parejas de poder crear una familia. Pero ¿cambiaría la visión comercial o de negocio si el contrato fuera altruista?
Si bien es cierto que las mujeres que se ofrecen a gestar reciben una compensación económica, ello no tiene por qué ser sinónimo de explotación o un negocio.
Cuando el embarazo puede suponer un problema social a la gestante, como ocurre en algunos países donde las gestantes esconden su intervención en el proceso y donde es el marido o tutor quien decide si pueden actuar como tal, podemos pensar en explotación, mala praxis y falta de libertad.
Sin embargo, cuando el proceso se hace bajo unas garantías legales y la gestante decide por ella misma, de forma libre y consciente, actuar como tal, no solo no lo esconde sino que se siente orgullosa de poder ayudar a los demás. Esto es realmente la gestación subrogada defendible que se aplica en países donde la mayoría de la sociedad general acepta y entiende la subrogación uterina como un medio más de procreación.
Síntomas y consecuencias físicas del embarazo
El embarazo es un estado del organismo caracterizado por los cambios tanto a nivel físico como emocional. El flujo hormonal de la mujer es muy distinto al habitual y ello tiene una serie de efectos secundarios diferentes de una mujer a otra.
Hay a quienes la variación de hormonas les sienta bien, les hace sentir más felices y relajadas. Por el contrario, hay otras embarazadas que no toleran tan bien el cambio de hormonas.
En cualquier caso, existen una serie de cambios generales como el aumento de peso, la hinchazón, la pesadez, las variaciones del apetito y la micción, el dolor de espalda o la mayor sensibilidad que ocurren en prácticamente todas las gestantes.
En un proceso de gestación subrogada es requisito indispensable que la gestante haya pasado por un embarazo previo, pues solo de esa manera puede conocer de primera mano los posibles cambios físicos y emocionales que ello supone. La gestante debe estar dispuesta a pasar por ello con el objetivo de ayudar a otras personas.
Existen consecuencias como la aparición de estrías, el peso ganado, la posible cicatriz del parto, etc. que no siempre desaparecen. Además, es fundamental que la gestante sea consciente de los riesgos que pueden derivarse del embarazo y el parto.
Efectos jurídicos
Desde el punto de vista legal, una de las principales preocupaciones de la gestación subrogada es la filiación del menor nacido por este método.
La gestación subrogada da la posibilidad de que una mujer renuncie a la calificación jurídica de madre, la cual se le otorga por haber gestado y dado a luz a un bebé. Esto abre un nuevo planteamiento legal, pues la maternidad debe ser asignada.
Como la gestación subrogada no está permitida en España, el planteamiento es relativo al derecho internacional. En este sentido, la Dirección General de Registros y del Notariado (DGRN), tal y como indica en su Instrucción de 2010, permite la determinación de la filiación en favor de los padres de intención cuando así ha sido dictaminado por una sentencia judicial previa al nacimiento del menor.
Debemos destacar que se trata de una instrucción y no una ley, por lo que existe la posibilidad de anulación de la misma. En este caso, entre otras consecuencias jurídicas, el registro del bebé sería cuestionado.
En caso de no disponer de una resolución válida por parte de un juez (no en todos los países se hace juicio), se podrá establecer la paternidad del padre de intención por prueba genética y la posterior adopción por parte de su pareja.
Las complicaciones a nivel legal pueden surgir en situaciones como las siguientes:
- Los padres de intención no aportan la carga genética del hijo.
- La gestante no renuncia a sus derechos de maternidad.
- Existe sospecha de fraude o mala praxis del proceso.
- La gestante o padres de intención no respetan lo acordado en el contrato de gestación subrogada.
En caso de problemas legales que impidan reconocer al bebé como hijo de los padres de intención, éstos no podrían regresar a España con el menor.
Si quieres saber más sobre aspectos y consecuencias legales de la maternidad subrogada puedes leer este artículo: ¿Qué dice la ley sobre gestación subrogada?
Preguntas de los usuarios
Psicológicamente hablando, ¿se cree que la gestación subrogada puede suponer un problema para los participantes, es decir, tanto a los padres de intención como a la gestante y al feto?
Todo lo que no sea puramente “natural” y que implique una intervención externa en materia reproductiva requiere de un trabajo de procesamiento mental. Más en este caso en que la gestación se desarrolla externamente. Lo normal es que de inicio nos cause cierta aprensión e incluso rechazo. Pero al entrar en conflicto esta reacción con el fuerte deseo de tener un hijo necesariamente pasamos a valorar otras opciones y acabamos aceptando en la mayoría de las ocasiones aquella alternativa o técnica que dé solución a nuestro problema.
Además de la reacción que nos genere la técnica en si misma, luego intervienen en el proceso de aceptación psicológica los “mandatos internos” culturales, familiares, el posible “estigma” de no poder gestar, el tener que explicar a terceros… que añaden más dificultad al tema.
En cuanto al niño, estos suelen integrar los sucesos vitales en función de cómo se lo presentan sus allegados. Si los padres lo explican con naturalidad y centrándose en la alegría de su nacimiento, el niño no lo va a vivir negativamente. Los niños nacen como libros en blanco y somos nosotros quienes escribimos en ellos.
¿Qué consecuencias jurídicas tiene hacer el vientre de alquiler en España?
La Ley española sobre Técnica de Reproducción Humana Asistida indica en su artículo 10 que el contrato de gestación subrogada es nulo de pleno derecho y que la madre legal del menor es la mujer que da a luz.
Por tanto, una de las principales consecuencias negativas para los futuros padres es la adjudicación de la filiación a la gestante subrogada. Eso significa que, puesto que el contrato no es vinculante, no hay seguridad legal de este proceso si se lleva a cabo en España.
¿Cuáles son los principales riesgos de la maternidad subrogada a nivel médico?
A nivel médico, la gestación subrogada es igual a un embarazo logrado mediante un proceso de fecundación in vitro (FIV) con la única diferencia de que el embrión creado es transferido al útero de una mujer que no será finalmente reconocida como la madre.
En este sentido, los riesgos para la gestante son los mismos que los asociados a un embarazo natural así como aquellos derivados del proceso de transferencia.
En cuanto a los padres de intención, los riesgos o posibles efectos negativos hacen referencia a la obtención de los gametos: óvulos y espermatozoides. El proceso de recogida de los óvulos es algo más complejo y, por tanto sujeto a mayores riesgos. No obstante, las consecuencias graves son muy poco probables.
¿Qué puede salir mal a la hora de llevar a cabo un proceso de gestación subrogada?
Como práctica de reproducción asistida, puede salir mal exactamente lo mismo que en cualquiera de estas técnicas. Por ejemplo, que no sea posible obtener embriones de calidad para la transferencia, que no se consiga el embarazo en el primer tratamiento y se requieran más intentos o que se decida transferir más de un embrión y se produzca un embarazo múltiple.
A nivel médico, puede salir mal lo mismo que en cualquier embarazo convencional, como puede ser: diabetes gestacional, complicaciones en el parto, etc. Lo mismo que en cualquier otro embarazo.
A nivel legal… bueno, esto depende más del país en el que se realice la técnica y la legislación que éste tenga más que de la técnica en sí.
Si hablamos de un país donde la técnica es legal, donde los padres intencionales son reconocidos como tales desde el momento en que firman el contrato con la gestante, lo que implica que todos los derechos y obligaciones de filiación corresponden a los padres intencionales… entonces no hay motivo para que algo salga mal.
Las cosas salen mal cuando no están reguladas. La falta de legislación o la libertad de interpretación de la legislación incompleta son las situaciones que acarrean problemas.
Hay casos como el ocurrido con la pareja de australianos que tuvo dos hijos por gestación subrogada en Tailandia y abandonaron a uno de ellos por tener síndrome de Down.
Si hubiera existido una legislación que no solo protegiera sus derechos como padres intencionales, sino que, además, exigiera el cumplimiento de sus obligaciones filiales, eso no hubiera pasado o por lo menos, de haber ocurrido, hubiera habido unas consecuencias legales para esos padres por abandono de un menor.
Lectura recomendada
En este artículo hemos hablado de las consecuencias generales de la gestación subrogada. Sin embargo, uno de los aspectos más preocupantes de este método es el efecto sobre la gestante o mujer que pare. En el siguiente enlace puedes leer un estudio sobre ello: ¿Cuáles son los efectos de la gestación subrogada para la gestante?
Los posibles riesgos y efectos que se derivan de la gestación subrogada son uno de los aspectos que resaltan la variedad de opiniones sobre esta técnica de reproducción. ¿Quieres conocer otros argumentos a favor y en contra de la gestación subrogada? Pincha en este enlace: Argumentos y opiniones sobre gestación por sustitución.
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Bibliografía
Preguntas de los usuarios: 'Psicológicamente hablando, ¿se cree que la gestación subrogada puede suponer un problema para los participantes, es decir, tanto a los padres de intención como a la gestante y al feto?', '¿Qué consecuencias jurídicas tiene hacer el vientre de alquiler en España?', '¿Cuáles son los principales riesgos de la maternidad subrogada a nivel médico?' y '¿Qué puede salir mal a la hora de llevar a cabo un proceso de gestación subrogada?'.
Las madres de alquiler han tenido ya al menos un hijo así que saben lo que están haciendo y si lo pueden soportar o no. Y no solo lo deciden ellas si son capaces de hacerlo, lo decide un psicólogo, que es el que tiene la decisión final de si se le acepta o no para llevar al bebé de otro. Para ofrecerse así tienen que tener muy claro que el niño no es suyo y por eso es importante que conozcan a la pareja o persona de la que va a ser el niño, que empaticen con su situación y que de verdad quieran ayudarle por su caso en concreto.
Yo he sido madre y la verdad, por mucho que digan que la madre de alquiler no sufre al entregar al bebé y que ella no lo siente como su hijo, durante el embarazo sientes una fuerte atracción fisiológica con el feto, sientes que es tu hijo, le quieres antes de que nazca… es una cosa inexplicable que creo que solo entendemos las que hemos sido madres. Aunque digan que no pasa nada, estoy segura que durante el embarazo estas mujeres se sienten mal en algún momento por lo que hacen, por desprenderse de su niño, y por supuesto también después de haberlo entregado…. Aunque sepan que va a estar bien cuidado por los padres que la contratan para que sea su vientre de alquiler, no se, seguro que les quedan secuelas … Solo espero que en España no llegue nunca esta técnica porque de verdad que yo sufriría si conociera a alguna de estas madres de alquiler.
Estoy profundamente en contra de la subrogación, porque creo que está en contra de los derechos de los menores. Si bien una mujer que cede a su hijo a terceros, no está ejerciendo su papel de madre de forma intencional y vocacional; sin embargo no puede obviarse la realidad biológica de que sí ha sido la madre gestante de la criatura. En la gestación subrogada se menosprecia la importancia crucial de que el hijo no nace a la vida en el parto, sino que ya es vida durante su etapa fetal. La vida intrauterina permite establecer estrechos vínculos entre la madre y el hijo que está por nacer. Por ejemplo, en la vida intrauterina ya se ha desarrollado el sentido del oído y se han producido las rutas neurológicas que permiten al bebé reconocer los patrones acústicos y rítmicos de la lengua materna, y que le predisponen a hablar con prontitud esa misma lengua, También se sabe que la voz materna resulta especialmente familiar y calmante al bebé por esta misma razón. Por lo tanto, ese hijo es abandonado por su madre y separado de ella. Por mucho que el deseo de ser padres intencionales sean loables y respetables, no todos los medios para alcanzar la paternidad lo son. El supuesto derecho a la paternidad se enfrentaría por lo tanto al derecho de la criatura a no ser separado de la madre gestante. Al adulto se le supone que ha defender los derechos del menor, que no puede defenderse de tal abuso. Por mucho que se le colme a ese hijo de amor y atención a posteriori, lo que siempre será irreparable es que la madre que lo trajo al mundo lo abandonó y que sus padres intencionales fueron los causantes de ese hecho. Estoy segura de que ese trauma aflorará de una u otra manera, en algún momento, de forma más o menos evidente o intensa. Ningún lenguaje por muy demagogo que sea puede dignificar ni erradicar esa verdad y esa herida. El hecho de que una criatura al nacer pierda por la razón que sea a su madre y otros familiares, es en sí un hecho terrible, afortunadamente la adopción compensa en parte dicha tragedia y eso sí es un bien para el hijo adoptado. Aunque es verdad que la adopción puede ser un camino tortuoso y hasta imposible de recorrer, y que no todos los que desean adoptar lo consigen, no por ello deberíamos fomentar de forma artificiosa gestaciones cuyo objetivo sea la separación del bebé de su madre gestante. Desgraciadamente la historia tiene infinidad de ejemplos de que lo que puede llegar a normalizarse y bendecirse en una sociedad, puede ser en realidad perverso, reprobable e inhumano. Ejemplos: la esclavitud, el racismo, la homofobia, etc.
¿Qué pasa cuando el bebé nace por cesárea? ¿No se crea el vínculo con la madre, o son más lentos en aprender la lengua de ella? Creo que el vínculo se hace fuerte ya cuando el bebé está en los brazos de su madre y convive con ella.
Un artículo muy interesante pero no me puedo creer que una experta en reproducción asistida llame a la Gestación Subrogada o Gestación por sustitución maternidad subrogada. El hecho de ser madre, la maternidad, no tiene nada que ver con dar a luz un bebé, pero si con educarlo, darle valores, cuidarlo… Eso es ser madre. Llamemos a las cosas por su nombre porque el lenguaje dignifica. Las gestantes no se consideran madres de los bebés simplemente y llanamente porque no quieren serlo, solo ceden su capacidad de gestar a otra persona que carece de ella. Los padres de intención si que son madre y padre. Son aquellos que tienen el deseo de serlo y van a hacerlo todo lo que implicada la maternidad y paternidad.
Efectivamente Daniel, he de reconocer mi error, ya que la gestación subrogada permite tanto a mujeres como hombres ser madres y padres por lo que quizá el término no está perfectamente acuñado. No obstante, has de entender que estamos en un medio on-line en el que la intención es que la información llegue al mayor número posible de gente para que la gestación subrogada vaya abriéndose camino en España y la gente que no conoce exactamente el procedimiento lo entienda mejor. Es cierto que con este procedimiento de subrogación no se cede la capacidad de ser madre o padre sino la capacidad de gestar que es diferente.
Hola, muy interesante el artículo. Es verdad, que el trauma para la madre que gesta debe ser duro, sin embargo, no creo que eso conlleve que la maternidad subrogada sea un negocio ni que se esté vendiendo un cuerpo. Yo soy padre por esta técnica, y realmente intenté que tanto la madre como el niño sufrieran lo menos posible. La felicidad que creó mi hijo en mi familia y, la mejora de vida de la madre gestante por la compensación que recibió creo que vale la pena el coste emocional.
Qué fáciil es hablar, y no me entiendas mal, sé que eres padre, pero por mucho se suene machista si no se pare no se puede entender lo que significa GESTAR. Por mucho que haya mejorado la calidad de vida de la madre gestante, no hay dinero para «compensar» todo lo que el embarazo despierta en la gestante. Lo siento, no quiero ofender pero nunca estaré a favor de la maternidad subrrogada, y no es por la compensación económica. Hay que ser muy frío para apoyarlo. Existen otras opciones como la fecundación in vitro o la adopción.
Me da igual si vas a leer esto o no pero he sentido la necesidad de responderte. Sin ánimos de ofenderte (pues te hablo desde la desinformación de una joven mujer que nunca ha tenido hijos ni se lo planteaI. 1) Es «subrogación», con una sola «r»; 2) No puedes llamar frío a una persona que desea tener un hijo y a biología y/o los problemas que haya podido tener le han conllevado no estar capacitado para se madre; 3) Puedes decirme que ahí está la adopción, que es una opción, pero ese hijo sería de uno de los cónyuges, por lo que sería, a efectos legales, hijo de esa pareja; 4) También me dan igual los lazos entre la madre gestante y la biológica porque, socialmente, la madre es, no solo la que alumbra al bebé, sino también la que se ocupa de cuidar y socializar al niño: es su madre moralmente; y 4) Si no apoyas la maternidad subrogada, no apoyes los bancos de esperma porque son lo mismo: gente que ayuda a otra a tener hijos. Te repito que no te quiero ofender, sinceramente me da igual lo que opines como a ti te da igual lo que opino yo. Esto es Internet, así que la gente puede decir lo que quiera, ¿no?