Ante la dificultad o la imposibilidad de lograr el embarazo, una mujer o pareja puede optar por la gestación subrogada. Ésta puede ser la única forma de tener descendencia en casos de ausencia de útero o si éste tiene alguna alteración o malformación.
Pese a que el embarazo sea posible, puede estar contraindicado si la mujer presenta alguna enfermedad crónica que pueda agravarse con una gestación. Es lo que ocurre con determinadas enfermedades cardiovasculares, trombofilias y otras patologías.
A continuación tienes un índice con los 7 puntos que vamos a tratar en este artículo.
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Problemas uterinos
El útero es el órgano esencial para poder gestar a un bebé. Por ejemplo, las mujeres con el síndrome de Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser (agenesia mülleriana) nacen sin útero, por lo que no pueden quedar embarazadas.
Además, cualquier alteración o malformación del útero causará un problema a la hora de llevar a término un embarazo.
Puedes seguir leyendo acerca de la infertilidad femenina por problemas uterinos en el siguiente artículo: Infertilidad por factor uterino: enfermedades, síntomas y tratamientos.
Malformaciones en el útero
Las malformaciones del útero pueden impedir o dificultar la implantación del embrión y, por tanto, el embarazo. Además, las formas anormales del útero pueden ser motivo de abortos recurrentes.
Entre las anomalías anatómicas más comunes en el útero se encuentran las siguientes:
- Útero septado
- malformación uterina más frecuente. Este tipo de útero se caracteriza por estar separado por un tabique o septo y se asocia con riesgo de aborto de repetición.
- Útero bicorne
- consiste en la unión incompleta de los conductos müllerianos. Por tanto, las mujeres con útero bicorne presentan dos cavidades uterinas similares y simétrica con forma de corazón.
- Útero didelfo
- presencia de dos cavidades uterinas divididas por un tabique, lo que puede generar problemas en el parto.
- Útero arcuato
- se dice que es una variante del útero septado, aunque con un septo de mayor tamaño.
Si quieres obtener información más detallada sobre las anomalías del útero que existen: Malformaciones del útero: ¿afectan al embarazo?, ¿existe tratamiento?
Hipoplasia uterina
La hipoplasia del útero también puede ser causa de incapacidad para llevar el embarazo a término. En este caso, lo que ocurre es una falta de maduración y desarrollo del útero y, por tanto, tiene un tamaño inferior al normal. Un útero se considera normal cuando mide alrededor de 8 cm; mientras que se dice que un útero es hipoplásico cuando presentan un tamaño inferior a 5 cm.
Las causas que provocan una hipoplasia uterina son múltiples, aunque destacan la desnutrición infantil y las malformaciones fetales.
Formaciones anómalas en el útero
Las formaciones anómalas en el útero también pueden causar infertilidad femenina. Cualquier alteración en el crecimiento de las células de un tejido se considera un tumor. Además, pueden darse alteraciones en la capa más interna del útero, el endometrio, como ocurre en la endometriosis y la ademoniosis.
- Endometriosis
- es la presencia de tejido endometrial fuera de la cavidad uterina, como por ejemplo en las trompas de Falopio o en los ovarios. La endometriosis se clasifica en diferentes grados en función de la gravedad. En concreto, la endometriosis tipo IV o severa puede provocar incapacidad para lograr un embarazo.
- Adenomiosis
- es el crecimiento de tejido endometrial en el miometrio, es decir, en la capa muscular que rodea el útero. Por tanto, se trata de una endometriosis interna. Las mujeres con adenomiosis severa deberán ser sometidas a una extirpación del útero. Por tanto, la única posibilidad para ser madres será recurrir a la gestación subrogada.
Tumoraciones y alteraciones del endometrio
Otras de las afecciones que impiden el embarazo son aquellas relacionadas con crecimientos anormales en el útero. A continuación, se describen algunas de ellas:
- Cáncer
- el cáncer de útero, ovarios o trompas de Falopio implica en numerosas ocasiones la histerectomía o extirpación del útero. Por tanto, en estas situaciones no será posible un embarazo.
- Sinequias uterinas o síndrome de Asherman
- consiste en la presencia de adherencias en las paredes del útero. Aunque existe tratamiento quirúrgico para las sinequias uterinas, no siempre es posible concebir tras la operación.
- Miomatosis
- la presencia de miomas (tumores benignos) no suele suponer un problema. Sin embargo, si los miomas son grandes y deforman la cavidad uterina, pueden ser causa de aborto o impedir la implantación del embrión.
- Endometritis
- es la inflamación del endometrio, capa mucosa del útero en la que implanta el embrión para dar comienzo al embarazo.
- Pólipos o quistes endometriales
- aunque generalmente se pueden solucionar con tratamientos médico-quirúrgicos, existen casos más graves en los que el embarazo puede no ser posible.
En cualquier caso, es de vital importancia que la mujer tenga controles ginecológicos periódicos y seguir todas las pautas establecidas por el médico.
Contraindicación del embarazo
El médico debe considerar la gravedad de determinadas enfermedades para poder indicar si es prudente que la mujer se quede embarazada. El embarazo puede suponer un riesgo tanto para la vida de la mujer como para la del bebé en los siguientes casos:
- Enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión pulmonar.
- Trastornos de la coagulación, como las trombofilias.
- Enfermedades autoinmunes, como el lupus.
- Enfermedades respiratorias, como el asma severo.
- Enfermedades renales graves, como la insuficiencia renal.
- Enfermedades neurológicas, como la epilepsia.
De cualquier forma, si se padece alguna enfermedad grave se recomienda siempre consultar con el médico los posibles riesgos para la madre y el feto antes de tomar una decisión. En caso de no querer correr riesgos, la gestación subrogada es una solución para este tipo de mujeres con enfermedades susceptibles de agravarse con el embarazo o causar problemas posteriores en el bebé.
Enfermedades autoinmunes
Antiguamente, padecer una enfermedad autoinmune sistemática suponía la incapacidad total de quedar embarazada debido al riesgo que podía suponer la coexistencia del embarazo y la enfermedad, tanto para la salud materna como la del feto.
Hoy en día, con los numerosos avances médicos, las mujeres con enfermedades autoinmunes de baja gravedad pueden tener hijos, aunque sus embarazos deberán ser minuciosamente controlados, ya que este tipo de patologías pueden suponer un aumento de la morbilidad y mortalidad en la madre y/o en el bebé.
Aun así, se sigue recomendando no quedarse embarazada en los casos más graves de patologías como:
- Lupus eritematoso sistémico (LES).
- Miastenia gravis.
- Diabetes mellitus.
- Síndrome antifosfolípido.
La mayoría de estas enfermedades no implican infertilidad, es decir, generalmente no impiden conseguir el embarazo. Sin embargo, quedar embarazada si se sufre alguna de estas enfermedades autoinmunes puede suponer un peligro para la vida, tanto del feto como de la madre. Asimismo, la medicación necesaria para tratar estas enfermedades puede causar malformaciones o problemas de salud graves en el futuro bebé. Por ello, normalmente, la mujer no tomará el tratamiento durante todo el embarazo.
La gestación subrogada es el tratamiento de reproducción asistida que más engaños y dudas genera. Por ello, es fundamental escoger una clínica y una agencia que te transmita transparencia y evitar engaños.
Te recomendamos visitar el siguiente artículo para obtener toda la información que necesitas sobre las enfermedades autoinmunes y su efecto en el embarazo: Enfermedades autoinmunes.
Enfermedades cardiovasculares
Durante el embarazo deben ocurrir una serie de cambios en el sistema cardiovascular para que el bebé reciba el alimento que necesita y se depuren sus desechos. Los cambios más relevantes son los siguientes:
- El aumento del volumen de sangre en un 30-50%.
- El incremento del ritmo cardíaco de 10 a 15 latidos por minuto.
- La disminución de la presión sanguínea.
Si el cuerpo de la mujer no se adapta adecuadamente a estos cambios puede ocurrir una descompensación cardíaca. Precisamente por este motivo, el embarazo puede suponer un alto riesgo en mujeres con enfermedades que afectan al sistema circulatorio, es decir, al corazón y a los vasos sanguíneos.
Si quieres más información sobre los riesgos del embarazo en mujeres con enfermedades cardiovasculares, puedes visitar este artículo: Enfermedades cardiovasculares.
Trombofilias
Las trombofilias se definen como trastornos de la coagulación de la sangre que pueden favorecer la aparición de trombos y coágulos. Éstos pueden obstruir los vasos sanguíneos tanto de la madre como de la placenta, por lo que puede ponerse en riesgo el embarazo.
Las complicaciones más frecuentes en casos de trombofilias son abortos, preeclampsia, crecimiento fetal retardado, desprendimiento de la placenta, insuficiencia placentaria, parto prematuro y muerte fetal.
Si deseas obtener más información sobre este tipo de enfermedad, te aconsejamos visitar el siguiente artículo: Trombofilias.
Enfermedades renales graves
A aquellas mujeres diagnosticadas de una enfermedad renal grave no se les recomienda llevar un embarazo a término, ya que podría ser bastante peligroso. La insuficiencia renal en la madre podría provocar restricción en el crecimiento del feto o incluso un aborto espontáneo. Además, estas mujeres suelen mostrar una fertilidad disminuida.
No obstante, si la mujer presenta una enfermedad renal en fase inicial podrá conseguir el embarazo sin problemas y no va a suponer ningún riesgo para ella ni para el feto.
Otras patologías
Aparte de las enfermedades comentadas anteriormente, existen otras patologías crónicas que pueden empeorar durante el embarazo y, por tanto, se desaconseja llevar a término una gestación.
Es el caso de las enfermedades respiratorias, ya que el embarazo provoca un estado de hiperventilación. Por esta razón, patologías como el asma pueden empeorar durante el embarazo y la mujer será más susceptible a sufrir crisis asmáticas. Además, un embarazo en mujeres con epilepsia puede causar un aumento de convulsiones.
Otro caso en el que no está recomendada una gestación son las patologías digestivas severas, ya que el embarazo podría elevar el riesgo de la aparición de cálculos en la vesícula.
Ser madre por gestación subrogada
Cuando una mujer carece de útero o presenta alguna afección grave en la que no esté indicada el embarazo, la solución para lograr su deseo de ser madre podría ser la gestación subrogada. Además, si la calidad de los óvulos es elevada, la mujer podría aportar la carga genética. De modo que, los óvulos serían fecundados en el laboratorio y los embriones generados se transferirían a la gestante. Una vez que tenga lugar el parto, el bebé será entregado a su madre.
Otra opción sería recurrir a una ovodonación para generar los embriones que se transfieren a la gestante.
No cabe duda de que la gestación subrogada requiere de una gran solidaridad y apoyo por parte de la mujer gestante y siempre hay que tener en cuenta la legislación donde se quiera realizar.
Preguntas de los usuarios
¿Cuál es la definición de útero infantil o hipoplásico?
El útero infantil muestra una relación anormal entre la longitud del cuello uterino y la longitud de la cavidad uterina de 1:1 ó 2:1.
La hipoplasia uterina es un útero que es anormalmente pequeño. El útero infantil muestra una relación anormal entre la longitud del cuello uterino y la longitud de la cavidad uterina de 1:2 ó 2:1.
¿Necesitaré el vientre de alquiler si tengo VIH?
No necesariamente. Las mujeres con VIH pueden ser madres gracias a la inseminación artificial y la fecundación in vitro, técnicas que evitan que la pareja masculina se contagie con el virus.
Para que el embarazo sea seguro y no se transmita el SIDA al bebé, es imprescindible que la carga viral sea nula o muy baja y que el número de linfocitos CD4 sea mayor de 300. Asimismo, deben administrarse medicamentos durante el embarazo, el control médico debe ser muy estricto y el parto no puede ser natural.
Aún con todas estas medidas, existe una pequeña probabilidad de transmisión. Para evitar todo riesgo la mujer puede recurrir a la gestación subrogada.
Para más información sobre el embarazo con VIH accede a este artículo especializado: El embarazo con VIH.
¿Se puede tener un hijo sin matriz?
No. Para que el embrión se pueda desarrollar y de lugar a un bebé es imprescindible que la mujer tenga útero y que éste permita la implantación y la evolución del embarazo. No existe ninguna otra estructura que pueda suplir las funciones del útero.
Si mi médico me ha desaconsejado el embarazo por un problema de salud, ¿qué puedo hacer para ser madre?
Cuando el embarazo supone un alto riesgo para la vida de la madre y del bebé, la maternidad se puede conseguir mediante gestación subrogada o por adopción. La gestación subrogada consiste en que una mujer, que no será la madre, lleve el embarazo para que otra mujer, hombre o pareja pueda tener un hijo.
En nuestra web podrás encontrar toda la información que necesitas sobre la gestación subrogada. Para familiarizarte con este método reproductivo te recomendamos este artículo: ¿Qué es la gestación subrogada?
Lecturas recomendadas
Como ya hemos comentado, cuando una mujer padece una enfermedad crónica y el embarazo supone un elevado riesgo para su vida y la del bebé, se recomienda recurrir a la gestación subrogada. Si quieres obtener más información sobre el proceso en general de gestación subrogada, no olvides visitar el siguiente artículo: ¿Cómo funciona la gestación subrogada? - Consejos y pasos a seguir.
Además, otra opción que tienen las mujeres con alguna enfermedad crónica de convertirse en madres es a través de la adopción. Por ello, puedes seguir leyendo en el siguiente enlace: ¿Cómo se puede adoptar a un niño? - Tipos de adopción y trámites.
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Bibliografía
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Preguntas de los usuarios: '¿Cuál es la definición de útero infantil o hipoplásico?', '¿Necesitaré el vientre de alquiler si tengo VIH?', '¿Se puede tener un hijo sin matriz?' y 'Si mi médico me ha desaconsejado el embarazo por un problema de salud, ¿qué puedo hacer para ser madre?'.
Hola, buenas tardes, ¿qué tal? Me parece bastante interesante este artículo, pero tengo una duda. . ¿Se puede tener un embarazo con VIH a día de hoy sin riesgo de contagio? ¿Podría contagiarse el bebé? Gracias…
Hola Sari,
Si un miembro de la pareja sufre VIH, es posible lograr un embarazo de forma natural con la ayuda de las terapias antivirales que existen en la actualidad. Además, ambos miembros de la pareja serán sometidos a exhaustivos controles médicos para asegurar que el bebé tampoco corre ningún riesgo. Otra opción sería recurrir a técnicas de reproducción asistida. Si el hombre es el afectado por VIH, se puede hacer un lavado seminal.
De todos modos, puedes obtener más información en el siguiente artículo: Tener un hijo con VIH: opciones reproductivas y posibles riesgos.
Espero haberte ayudado.
Un saludo.