Ante la dificultad o la imposibilidad de lograr el embarazo, una mujer o pareja puede optar por la gestación subrogada. Ésta puede ser la única forma de tener descendencia en casos de ausencia de útero o si éste tiene alguna alteración o malformación.
Pese a que el embarazo sea posible, puede estar contraindicado si la mujer presenta alguna enfermedad crónica que pueda agravarse con una gestación. Es lo que ocurre con determinadas enfermedades cardiovasculares, trombofilias y otras patologías.
A continuación tienes un índice con todos los puntos que vamos a tratar en este artículo.
El útero es el órgano esencial para poder gestar a un bebé. Por ejemplo, las mujeres con el síndrome de Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser (agenesia mülleriana) nacen sin útero, por lo que no pueden quedar embarazadas.
Además, cualquier alteración o malformación del útero causará un problema a la hora de llevar a término un embarazo.
Puedes seguir leyendo acerca de la infertilidad femenina por problemas uterinos en el siguiente artículo: Infertilidad por factor uterino: enfermedades, síntomas y tratamientos.
Las malformaciones del útero pueden impedir o dificultar la implantación del embrión y, por tanto, el embarazo. Además, las formas anormales del útero pueden ser motivo de abortos recurrentes.
Entre las anomalías anatómicas más comunes en el útero se encuentran las siguientes:
Si quieres obtener información más detallada sobre las anomalías del útero que existen: Malformaciones del útero: ¿afectan al embarazo?, ¿existe tratamiento?
La hipoplasia del útero también puede ser causa de incapacidad para llevar el embarazo a término. En este caso, lo que ocurre es una falta de maduración y desarrollo del útero y, por tanto, tiene un tamaño inferior al normal. Un útero se considera normal cuando mide alrededor de 8 cm; mientras que se dice que un útero es hipoplásico cuando presentan un tamaño inferior a 5 cm.
Las causas que provocan una hipoplasia uterina son múltiples, aunque destacan la desnutrición infantil y las malformaciones fetales.
Las formaciones anómalas en el útero también pueden causar infertilidad femenina. Cualquier alteración en el crecimiento de las células de un tejido se considera un tumor. Además, pueden darse alteraciones en la capa más interna del útero, el endometrio, como ocurre en la endometriosis y la ademoniosis.
Otras de las afecciones que impiden el embarazo son aquellas relacionadas con crecimientos anormales en el útero. A continuación, se describen algunas de ellas:
En cualquier caso, es de vital importancia que la mujer tenga controles ginecológicos periódicos y seguir todas las pautas establecidas por el médico.
El médico debe considerar la gravedad de determinadas enfermedades para poder indicar si es prudente que la mujer se quede embarazada. El embarazo puede suponer un riesgo tanto para la vida de la mujer como para la del bebé en los siguientes casos:
De cualquier forma, si se padece alguna enfermedad grave se recomienda siempre consultar con el médico los posibles riesgos para la madre y el feto antes de tomar una decisión. En caso de no querer correr riesgos, la gestación subrogada es una solución para este tipo de mujeres con enfermedades susceptibles de agravarse con el embarazo o causar problemas posteriores en el bebé.
Antiguamente, padecer una enfermedad autoinmune sistemática suponía la incapacidad total de quedar embarazada debido al riesgo que podía suponer la coexistencia del embarazo y la enfermedad, tanto para la salud materna como la del feto.
Hoy en día, con los numerosos avances médicos, las mujeres con enfermedades autoinmunes de baja gravedad pueden tener hijos, aunque sus embarazos deberán ser minuciosamente controlados, ya que este tipo de patologías pueden suponer un aumento de la morbilidad y mortalidad en la madre y/o en el bebé.
Aun así, se sigue recomendando no quedarse embarazada en los casos más graves de patologías como:
La mayoría de estas enfermedades no implican infertilidad, es decir, generalmente no impiden conseguir el embarazo. Sin embargo, quedar embarazada si se sufre alguna de estas enfermedades autoinmunes puede suponer un peligro para la vida, tanto del feto como de la madre. Asimismo, la medicación necesaria para tratar estas enfermedades puede causar malformaciones o problemas de salud graves en el futuro bebé. Por ello, normalmente, la mujer no tomará el tratamiento durante todo el embarazo.
La gestación subrogada es el tratamiento de reproducción asistida que más engaños y dudas genera. Por ello, es fundamental escoger una clínica y una agencia que te transmita transparencia y evitar engaños.
Te recomendamos visitar el siguiente artículo para obtener toda la información que necesitas sobre las enfermedades autoinmunes y su efecto en el embarazo: Enfermedades autoinmunes.
Durante el embarazo deben ocurrir una serie de cambios en el sistema cardiovascular para que el bebé reciba el alimento que necesita y se depuren sus desechos. Los cambios más relevantes son los siguientes:
Si el cuerpo de la mujer no se adapta adecuadamente a estos cambios puede ocurrir una descompensación cardíaca. Precisamente por este motivo, el embarazo puede suponer un alto riesgo en mujeres con enfermedades que afectan al sistema circulatorio, es decir, al corazón y a los vasos sanguíneos.
Si quieres más información sobre los riesgos del embarazo en mujeres con enfermedades cardiovasculares, puedes visitar este artículo: Enfermedades cardiovasculares.
Las trombofilias se definen como trastornos de la coagulación de la sangre que pueden favorecer la aparición de trombos y coágulos. Éstos pueden obstruir los vasos sanguíneos tanto de la madre como de la placenta, por lo que puede ponerse en riesgo el embarazo.
Las complicaciones más frecuentes en casos de trombofilias son abortos, preeclampsia, crecimiento fetal retardado, desprendimiento de la placenta, insuficiencia placentaria, parto prematuro y muerte fetal.
Si deseas obtener más información sobre este tipo de enfermedad, te aconsejamos visitar el siguiente artículo: Trombofilias.
A aquellas mujeres diagnosticadas de una enfermedad renal grave no se les recomienda llevar un embarazo a término, ya que podría ser bastante peligroso. La insuficiencia renal en la madre podría provocar restricción en el crecimiento del feto o incluso un aborto espontáneo. Además, estas mujeres suelen mostrar una fertilidad disminuida.
No obstante, si la mujer presenta una enfermedad renal en fase inicial podrá conseguir el embarazo sin problemas y no va a suponer ningún riesgo para ella ni para el feto.
Aparte de las enfermedades comentadas anteriormente, existen otras patologías crónicas que pueden empeorar durante el embarazo y, por tanto, se desaconseja llevar a término una gestación.
Es el caso de las enfermedades respiratorias, ya que el embarazo provoca un estado de hiperventilación. Por esta razón, patologías como el asma pueden empeorar durante el embarazo y la mujer será más susceptible a sufrir crisis asmáticas. Además, un embarazo en mujeres con epilepsia puede causar un aumento de convulsiones.
Otro caso en el que no está recomendada una gestación son las patologías digestivas severas, ya que el embarazo podría elevar el riesgo de la aparición de cálculos en la vesícula.
Cuando una mujer carece de útero o presenta alguna afección grave en la que no esté indicada el embarazo, la solución para lograr su deseo de ser madre podría ser la gestación subrogada. Además, si la calidad de los óvulos es elevada, la mujer podría aportar la carga genética. De modo que, los óvulos serían fecundados en el laboratorio y los embriones generados se transferirían a la gestante. Una vez que tenga lugar el parto, el bebé será entregado a su madre.
Otra opción sería recurrir a una ovodonación para generar los embriones que se transfieren a la gestante.
No cabe duda de que la gestación subrogada requiere de una gran solidaridad y apoyo por parte de la mujer gestante y siempre hay que tener en cuenta la legislación donde se quiera realizar.
El útero infantil muestra una relación anormal entre la longitud del cuello uterino y la longitud de la cavidad uterina de 1:1 ó 2:1.
La hipoplasia uterina es un útero que es anormalmente pequeño. El útero infantil muestra una relación anormal entre la longitud del cuello uterino y la longitud de la cavidad uterina de 1:2 ó 2:1.
No necesariamente. Las mujeres con VIH pueden ser madres gracias a la inseminación artificial y la fecundación in vitro, técnicas que evitan que la pareja masculina se contagie con el virus.
Para que el embarazo sea seguro y no se transmita el SIDA al bebé, es imprescindible que la carga viral sea nula o muy baja y que el número de linfocitos CD4 sea mayor de 300. Asimismo, deben administrarse medicamentos durante el embarazo, el control médico debe ser muy estricto y el parto no puede ser natural.
Aún con todas estas medidas, existe una pequeña probabilidad de transmisión. Para evitar todo riesgo la mujer puede recurrir a la gestación subrogada.
Para más información sobre el embarazo con VIH accede a este artículo especializado: El embarazo con VIH.
No. Para que el embrión se pueda desarrollar y de lugar a un bebé es imprescindible que la mujer tenga útero y que éste permita la implantación y la evolución del embarazo. No existe ninguna otra estructura que pueda suplir las funciones del útero.
Cuando el embarazo supone un alto riesgo para la vida de la madre y del bebé, la maternidad se puede conseguir mediante gestación subrogada o por adopción. La gestación subrogada consiste en que una mujer, que no será la madre, lleve el embarazo para que otra mujer, hombre o pareja pueda tener un hijo.
En nuestra web podrás encontrar toda la información que necesitas sobre la gestación subrogada. Para familiarizarte con este método reproductivo te recomendamos este artículo: ¿Qué es la gestación subrogada?
Como ya hemos comentado, cuando una mujer padece una enfermedad crónica y el embarazo supone un elevado riesgo para su vida y la del bebé, se recomienda recurrir a la gestación subrogada. Si quieres obtener más información sobre el proceso en general de gestación subrogada, no olvides visitar el siguiente artículo: ¿Cómo funciona la gestación subrogada? - Consejos y pasos a seguir.
Además, otra opción que tienen las mujeres con alguna enfermedad crónica de convertirse en madres es a través de la adopción. Por ello, puedes seguir leyendo en el siguiente enlace: ¿Cómo se puede adoptar a un niño? - Tipos de adopción y trámites.
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