La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune que afecta al sistema nervioso central (SNC). Las células del sistema inmunológico de las personas que la padecen reaccionan erróneamente contra las células de la mielina del sistema nervioso central propios.
Afecta a adultos jóvenes (de entre 20 y 40 años) y de forma más frecuente en el sexo femenino. Teniendo en cuenta que la padecen especialmente mujeres en edad fértil, conocer la influencia de la maternidad sobre la enfermedad y viceversa es un aspecto que resuelta importante.
A continuación tienes un índice con los 2 puntos que vamos a tratar en este artículo.
Esclerosis múltiple y embarazo
Diferentes estudios a lo largo de los años han demostrado que la esclerosis múltiple no afecta a la fertilidad por lo que conseguir quedarse embarazada no resulta más complicado en una mujer que sufre esta enfermedad en comparación con una mujer sana.
Tampoco el embarazo supone un peligro añadido para la paciente. Incluso puede llegar a ser beneficioso, ya que durante el embarazo, el estado inmunológico especial que se presenta en el organismo femenino puede proteger a la mujer de sufrir una posible recaída.
La gestación puede tener un efecto protector también de otras enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide, el lupus eritematoso sistémico o la tiroiditis autoinmune.
Sin embargo, tras el parto, cuando el "mecanismo protector" del embarazo desaparece, es posible que las recaídas o brotes de la enfermedad aumenten. Esto ocurre con mayor frecuencia en los primeros seis meses tras el alumbramiento.
Para evitar el agravamiento de la enfermedad, se recomienda comenzar con el tratamiento inmunomodulador inmediatamente después del parto. Esto implica suspender la lactancia, pues no se conoce exactamente si estos fármacos pasan a la leche materna ni tampoco el posible efecto sobre el sistema inmunológico del bebé.
En cuanto a los efectos de la enfermedad sobre el desarrollo del embarazo, la mayoría de estudios indican que no existe un aumento de abortos, partos prematuros, complicaciones en el embarazo, ni malformaciones congénitas en los niños.
Medicación durante la gestación
Aunque la mujer que padece esclerosis múltiple no presenta problemas especiales para quedarse embarazada ni tampoco la gestación supone un riesgo excesivamente elevado para la enfermedad, es importante consultar con el neurólogo antes de buscar la concepción.
Una de las razones principales por las que se recomienda una atención especial a aquellas mujeres con esclerosis múltiple que quieren tener un hijo es la combinación del embarazo y el tratamiento de la enfermedad.
La mayoría de fármacos prescritos para la esclerosis múltiple están contraindicados durante el embarazo y la lactancia. Una buena planificación es crucial. Se recomienda abandonar la medicación aproximadamente tres meses antes de la búsqueda del embarazo para eliminar con mayor seguridad el efecto de los fármacos sobre el feto.
Únicamente en casos graves, cuando la mujer tiene muchas recaídas y/o no es posible abandonar la medicación, se advertirá a la paciente de no quedar embarazada por lo que una posible solución para ser madre sería la gestación subrogada.
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Yo tengo una hermana que padece esta enfermedad y la verdad, ella tuvo un hijo y es precioso. El embarazo fue normal y el grado de enfermedad que ella padecía no era grave o alto pero es cierto que los primeros meses tras el parto estaba hecha polvo.
Tuvo más controles de lo habitual durante el embarazo y los primeros meses después del nacimiento pero ahora está estupenda, sigue con la medicación todo está controlado.