Esto depende en primer lugar del tipo de infertilidad inmunológica, es decir, de la causa concreta que impida el embarazo. Por ejemplo, cuando existen problemas de coagulación sanguínea y riesgo de trombosis, un tratamiento con heparina puede ayudar a la mujer a conseguir un embarazo evolutivo.
Por otra parte, los tratamiento con corticoides e inmunoglobulinas también pueden ser indicados en casos de infertilidad inmunológica.
Puedes leer el artículo completo en: ¿Qué son las enfermedades autoinmunes y cómo afectan a la fertilidad? ( 91).