Las malformaciones en el útero pueden tardar en diagnosticarse, ya que la mujer no presenta síntomas normalmente. Por tanto, la única forma de diagnosticar una anomalía uterina es realizando diversas pruebas médicas. A continuación, se detallan los estudios más comunes:
- Ecografía vaginal
- es la prueba médica más sencilla y se suele hacer de rutina en las consultas.
- Histerosalpingografía
- permite evaluar la cavidad uterina y la permeabilidad de las trompas de Falopio.
- Histeroscopia
- es un tipo de cirugía ginecológica que permite visualizar la cavidad uterina mediante la inserción de un endoscopio por la vagina.
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