La postura de Beatriz Gimeno, diputada de Podemos en la Asamblea de Madrid y feminista, es contraria a lo que, en sus propias palabras, es un «mercado de vientres». Refuta el argumento de quienes están a favor de ello y afirman que la paternidad es un derecho, puesto que deja de serlo si vulnera los derechos de terceras personas, en este caso, los de las mujeres subrogadas.
Para Gimeno, «comprar un embarazo» no es derecho de nadie. Desde su punto de vista, algo que se puede compensar económicamente no puede ser considerado una práctica altruista, puesto que si realmente lo es, no hay nada que compensar.
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