La prueba fundamental para el diagnóstico de SAFL consiste en un análisis de sangre. Los parámetros que se estudiarán en el laboratorio serán las anticardiolipinas, el anticoagulante lúpico y la Anti-beta2-glicoproteína-1.
En caso de obtener un resultado positivo en alguna de estos tres análisis, será necesario repetir las pruebas por segunda vez cuando hayan pasado alrededor de 3 meses.
Puedes leer el artículo completo en: Síndrome antifosfolípido: causas, síntomas y diagnóstico ( 51).