El síndrome de Morris no puede curarse, ya que se trata de una alteración genética irreversible. Sin embargo, existen algunos tratamientos para intentar compensar algunas de las carencias de estas mujeres y que puedan llevar una vida lo más normal posible.
Por ejemplo, una intervención quirúrgica de la vagina o dilatadores vaginales en los casos de vagina muy estrecha para que la mujer pueda tener relaciones sexuales con normalidad. También es necesario tomar suplementos de calcio y vitamina D para tratar su falta de densidad ósea. Otra intervención quirúrgica que puede ser necesaria es la extirpación de los testículos atrofiados mediante gonadectomía para evitar la formación de tumores como el gonadoblastoma.
Puedes leer el artículo completo en: Síndrome de Morris: características, causas y opciones reproductivas ( 59).

Zaira Salvador
Embrióloga
Licenciada en Biotecnología por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y especialista en reproducción asistida con el Máster en Biotecnología de la Reproducción Humana por el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) y la Universidad de Valencia.