La alimentación puede contribuir a mejorar la endometriosis o, por lo menos, a controlar algunos factores que influyen en ella como, por ejemplo, la inflamación, los trastornos digestivos o las alteraciones hormonales.
En general, se recomienda llevar una dieta sana y equilibrada, teniendo la precaución de eliminar alimentos procesados con alto contenido de conservantes, colorantes y estabilizantes.
Por otra parte, consumir productos con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes puede resultar especialmente beneficioso para las mujeres con endometriosis. Entre estos alimentos, se encuentra el aceite de onagra, aceite de oliva, té, cítricos, espinacas, almendras, curry y cúrcuma, ajo, jengibre, etc.
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