Generalmente, la mayoría de alteraciones de la fertilidad masculina no dan lugar a síntomas específicos. No obstante, existen algunas de ellas que pueden derivar en inflamación y enrojecimiento de la zona genital; cambios de color, olor o consistencia del semen; dolor, etc.
Por ejemplo, es posible que un hombre no tenga síntomas de azoospermia y únicamente descubra esta patología seminal al realizar el seminograma. Por el contrario, un desajuste hormonal puede dar lugar a, por ejemplo, cambios de humor, pérdida de la libido u otros síntomas que hagan sospechar al paciente.
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