Sí, la única diferencia es que la transferencia de embriones se hace a una tercera persona: la gestante. Por lo demás, el proceso es el mismo.
Se hace la estimulación ovárica y la punción folicular a la madre de intención o a una donante de óvulos. Luego, se procede a la fecundación en el laboratorio por FIV convencional o por ICSI, se cultivan los embriones y se selecciona el mejor o los mejores para la transferencia al útero de la gestante. Los embriones sobrantes se congelan para poder utilizarlos más adelante en caso necesario.
Puedes leer el artículo completo en: Las técnicas de reproducción asistida y su uso en gestación subrogada ( 79).

Andrea Rodrigo
Licenciada en Biotecnología por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) con Máster Universitario en Biotecnología de la Reproducción Humana Asistida, impartido por la Universidad de Valencia en colaboración con el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI). Postgrado de Experto en Genética Médica.