Porque no se dispone de información suficiente para dar una valoración adecuada de la calidad embrionaria y por tanto para elegir el mejor embrión. En día 2 el embrión solo tiene 4 células, por lo que no aporta información suficiente de los ritmos de división ni de la morfología embrionaria, ya que puede ocurrir que inicialmente los embriones tengan muy buen aspecto pero aparezcan alteraciones más adelante.
Por otro lado, en día 4 se tiene información suficiente sobre su desarrollo hasta día 3, pero como solo ha empezado a compactar (formando la mórula) no se sabe si va a conseguir dar lugar a un blastocisto adecuado, lo cual se puede valorar en día 5.
Por lo tanto, es más adecuado hacer un seguimiento del desarrollo embrionario hasta día 3, cuando el embrión tiene 8 células, o hasta día 5, cuando el embrión está ya en estadio de blastocisto.