Un embarazo múltiple tiene un mayor riesgo que un embarazo único, por lo que la gestante recibirá un control médico más exhaustivo. La embarazada deberá acudir más veces al centro de salud para comprobar el correcto desarrollo fetal y valorar el riesgo de parto prematuro. Será le propio médico el que indique cómo proceder en cada caso.
Asimismo, la embarazada deberá descansar adecuadamente para prevenir contracciones uterinas, disminuir su actividad física a medida que avance el embarazo. También es imprescindible que siga una alimentación adecuada con suplementos diarios de ácido fólico y hierro.
La embarazada deberá adquirir el peso adecuado para un embarazo gemelar, ya que en caso contrario habrá riesgo de que los bebés tengan bajo peso al nacer. Esta situación podría poner en riesgo la supervivencia de los bebés, por lo que es de vital importancia que alcancen un peso mínimo.