Los padres de intención que desean realizar una gestación subrogada sin exponerse a sanciones deciden a menudo ir al extranjero. Este fenómeno se conoce como turismo reproductivo.
Gracias a las agencias, buscan a una gestante en destinos donde la legislación autoriza esta técnica de procreación asistida.
Después del parto, los padres declaran al recién nacido en el consulado francés, para conseguir la documentación necesaria para volver legalmente a Francia.
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