Importancia del test psicológico de la gestante

Por Equipo de Babygest
Actualizado el 26/02/2016

Las agencias de gestación subrogada realizan un examen psicológico a las mujeres que se ofrecen como gestantes para poder seleccionar a las candidatas adecuadas para poder llevar a cabo el proceso de gestación subrogada.

Si esta evaluación se omite puede haber implicaciones negativas tanto para la gestante como para los padres de interés. Este test es de gran importancia, ya que evalúa si la gestante se encuentra preparada para poder realizar el proceso hasta el final y sin efectos psicológicos negativos.

A continuación tienes un índice con los 3 puntos que vamos a tratar en este artículo.

Evaluación de aspectos generales de la gestante

La evaluación psicológica, en primer lugar, lo que pretende es ver si la mujer está equilibrada mental y emocionalmente. Así se puede descartar a aquellas mujeres con enfermedades mentales o con mayor probabilidad de presentar desequilibrios emocionales durante el proceso.

Conocer el estilo de vida de la mujer con intención de ser gestante es importante para hacerse una idea de las condiciones en las que se desarrollaría el bebé. Es importante que tenga hábitos de vida saludables y que no muestre signos de que podría tomar sustancias perjudiciales para el futuro bebé.

Los antecedentes médicos en la familia, medicación relevante y enfermedades que presenta o ha podido presentar son tenidos en cuenta en este examen. Todos estos aspectos pueden afectar a la salud de la gestante y por consecuencia a la del bebé.

Las experiencias vitales son cruciales para determinar si es adecuada esta candidata, ya que algún trauma o mala experiencia puede provocar algún efecto negativo sobre el equilibrio emocional de la candidata a gestante.

Los antecedentes penales también se tienen en cuenta en el proceso de selección.

Las relaciones de la gestante con familiares y amigos también se evalúan, puesto que el apoyo emocional es un aspecto positivo. Que la gestante se siente apoyada y con buena autoestima puede ayudar a garantizar que el proceso llegue a buen término.

Motivación y expectativas de la gestante

Es imprescindible evaluar los motivos por los que se ha tomado la decisión de ofrecerse como gestante subrogada. La motivación principal que la impulse a hacerlo no debe ser la compensación económica, debe ser la solidaridad y el deseo de ayudar a otras mujeres a ser madres.

Es muy importante que la gestante se encuentre convencida de lo que hace para que no le queden secuelas psicológicas negativas. Si le entran dudas puede entrar en un conflicto emocional que le lleve a arrepentirse y a abandonar el proceso o a querer quedarse con el bebé una vez éste haya nacido.

Con el test psicológico se evalúa además lo que la gestante espera del proceso. Las expectativas tienen que ser realistas y su papel debe quedarle muy claro. Ella es la que va a gestar el bebé de otra persona, por lo que no puede esperar ser la madre del bebé ni compartir la maternidad del niño.

Además de evaluar, el análisis psicológico pretende también hacer consciente a la posible gestante de todas las implicaciones que supone su decisión. Esto la prepara para afrontar el choque emocional que puede suponer la entrega del bebé a los padres de intención.

El caso de Elisa Anna Gómez

En el caso de Elisa Anna Gómez, el proceso de subrogación fue traumático para la gestante. Esta mujer estadounidense fue la gestante subrogada de una pareja italiana homosexual masculina en 2006. Estaba desesperada por su situación económica y decidió solventarla ofreciéndose como gestante.

Ambas partes acordaron que Elisa siempre sería la madre del bebé, pero después del parto la pareja abandonó el país llevándose a la niña sin dar ninguna explicación a la gestante.

En este momento fue cuando Elisa comprendió realmente lo que suponía ser gestante subrogada, puesto que en ningún momento había pensado en las implicaciones emocionales que supondría el proceso.

Además, la gestante fue obligada por las autoridades italianas a pagar la manutención del bebé a pesar de que no se le permitía ver a la niña.

Este caso deja claro que la gestante subrogada no estaba preparada para llevar a cabo el proceso de subrogación, puesto que no había comprendido realmente lo que iba a suponer el proceso. Además, la situación de necesidad económica puede llevar a mujeres como Elisa a ser explotadas.

Para que casos como este no ocurran, es imprescindible la existencia de una ley de gestación subrogada adecuada que tenga en cuenta los derechos de la gestante, de los padres de intención y de los menores nacidos por esta técnica.

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