La experiencia de una madre feliz

Por Equipo de Babygest
Actualizado el 15/12/2015

No poder tener un hijo cuando es lo que más deseas en el mundo es una verdadera angustia para muchas mujeres. En Mediterranean Fertility Institute centramos nuestro esfuerzo en conseguir que tu sueño de la maternidad pueda ser una realidad a pesar de la infertilidad.

La gestación subrogada es uno de los métodos reproductivos que permite a muchas mujeres como nuestra siguiente paciente poder sentir ser madre tras el sufrimiento y la desesperanza que generan enfermedades que pueden causar alteraciones de la fertilidad.

A continuación os mostramos el testimonio de una de nuestra pacientes, una ciudadana griega que ha cumplido su sueño de criar a su bebé tras una histerectomía, gracias a la gran labor de la mujer, o como ella misma la llama "su ángel", que ha accedido a gestar a su pequeño.

Ser madre sin útero

Tengo 46 años, mi marido 49 y llevamos casados ocho años. Hace un año tuvimos un bebé por gestación subrogada, tras unos duros años de sufrimiento y desilusión.

Para ser sincera, me "obligaron" a someterme a este procedimiento cuando me diagnosticaron cáncer de útero a los cuarenta años y, consecuentemente, tuve que realizarme una histerectomía.

Durante cinco años, esperé a que mi médico me confirmara que por fin mi vida ya no corría peligro. No te voy a negar que envié varias propuestas de adopción durante la espera, pero por desgracia no me las aceptaron a causa de mi problema de salud. Debo admitir que no cumplía con ninguno de los requisitos para adoptar a un hijo.

Yo lo único que quería era ser madre de la forma que fuese; hasta donde alcanza mi memoria, es lo que siempre había querido.

La gestante (o “mi ángel”, como me gusta llamarla) fue una amiga mía a la que considero casi una hermana desde hace veintiséis años. No se trataba ni de ganar dinero ni de sufrir: ella tiene dos hijos y yo he bautizado a uno de ellos.

Legislación griega sobre gestación por sustitución

El primer paso fue el procedimiento judicial.

El primer paso fue el procedimiento judicial. Envié una solicitud para realizar una solicitud judicial al juzgado de mi pueblo junto con un consentimiento por escrito entre mi amiga, mi marido y yo. La decisión del tribunal nos llegó un mes más tarde, y con ella se nos concedió el permiso para comenzar con el proceso de gestación subrogada.

La segunda parte tiene que ver con los procedimientos médicos.

Para la FIV usamos óvulos de donante y semen de mi marido. Los embriones resultantes fueron transferidos al útero de mi amiga y, afortunadamente, el resultado fue positivo.No soy capaz de describir las emociones que llegué a sentir en aquel momento.

Tenía ansiedad y miedo al mismo tiempo de que algo pudiera ir mal con el embarazo. Por supuesto, me preocupaba la salud de mi amiga, ya que a su edad el embarazo tenía posibilidades de complicarse. Sin embargo, cuando mi hijo nació, me sentí plena como persona.

Mi hijo es aún muy joven como para entender todo esto, pero cuando haya crecido lo suficiente y pasado la pubertad, se lo contaré, porque ahora mismo tengo claro que no puedo ni debo ocultárselo.

Creo que la legislación actual sobre gestación subrogada es probablemente la mejor ley que se haya aprobado nunca en Grecia. Es una ventana abierta a la maternidad, es un regalo de Dios, tanto si prefieres llamarlo madre gestante, madre de intención, o médico.

Gracias,

Una madre feliz

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