La gestación subrogada a debate: argumentos a favor y en contra

Por Equipo de Babygest
Actualizado el 23/03/2017

Lo que popularmente se conoce como vientre de alquiler o maternidad subrogada es, en realidad, una técnica de reproducción asistida denominada gestación subrogada. Su legalización en España es a día de hoy objeto de un extenso debate, siendo uno de los aspectos sociales más controvertidos de los últimos tiempos. Son varios los partidos políticos y asociaciones que se han pronunciado en torno a este tratamiento no exento de polémica, ya sea con argumentos en contra, a favor o sin postura oficial.

En este análisis mostramos las dos caras de la moneda e incluimos aquellos grupos políticos del ámbito nacional que no han adoptado una postura oficial pero que sí se han pronunciado al respecto, tales como Podemos, el PSOE y el PP.

En contra

En este grupo hallamos, principalmente, tanto a quienes lo ven como una práctica que va totalmente en contra de los principios del feminismo como las posturas más conservadoras, entre las que se incluye la de la Iglesia católica. Así, en primer lugar, exponemos argumentos extraídos del Manifiesto No Somos Vasijas y, en segundo lugar, el punto de vista de los más conservadores.

No Somos Vasijas

Para la campaña No Somos Vasijas, la gestación subrogada arrebata el derecho a decidir durante el embarazo y la posterior crianza, cuidado y educación del bebé.

Considera que el contrato de subrogación es una forma de imposición, puesto que es irrevocable una vez firmado, impidiendo así que la madre de alquiler pueda cambiar de opinión libremente a la hora de decidir quedarse con el bebé que ha traído al mundo. Ello implica:

  • El control sexual de la mujer
  • La mercantilización y el tráfico de mujeres
  • La creación de granjas de mujeres

Un embarazo en sí no es una técnica de reproducción asistida. Incluso aunque se legalizara la versión altruista, es decir, aquella en la que las gestantes no reciben ningún tipo de compensación económica, la tendencia terminaría llevándonos hacia un modelo comercial.

La lógica neoliberal que aboga por introducir en el mercado los vientres de alquiler promueve esta tendencia y una mujer, y mucho menos su cuerpo, no se puede comprar o alquilar parcial o totalmente. El término gestación subrogada y su supuesta definición como técnica reproductiva no es más que un eufemismo para dulcificar e idealizar un negocio que va en contra de los Derechos Humanos.

Aquí una entrevista a Victoria Camps, defensora del movimiento "No Somos Vasijas".

Iglesia católica y conservadores

Desde el punto de vista de la religión, la Iglesia católica, totalmente contraria a la maternidad subrogada, ve en la maternidad «por encargo» una forma de enmascarar la explotación no solo de la mujer, sino del menor que va a nacer.

La Iglesia rechaza el término gestación subrogada y lo equipara al de vientre de alquiler del mismo modo que una interrupción del embarazo no es otra cosa que un aborto.

Afirman que contraviene el orden natural de la concepción humana y va totalmente en contra de la ética y la moral, lo que a largo plazo podría ocasionar problemas de identidad personal en los nacidos por este método. Los niños y las mujeres son seres humanos y bajo ningún concepto se les puede poner un precio: bajo su apariencia de «solución», la subrogación es una forma de mercantilización. En su lugar, recomiendan recurrir a la adopción tradicional o la acogida.

Conoce en mayor profundidad la opinión de la Iglesia pinchando en el siguiente enlace: Opinión de la Iglesia sobre la maternidad subrogada.

Sin postura oficial

Englobamos aquí a aquellos grupos políticos que, pese haber hecho pública su opinión acerca de varios aspectos relacionados con la gestación subrogada, todavía no han dejado clara su postura, debido, en la mayoría de casos, a la existencia de controversia dentro de su propio partido. Hallamos aquí a Podemos, el PSOE y el PP.

Podemos

En el caso de Podemos, existe una discusión abierta dentro del propio partido. No obstante, la postura más generalizada se muestra contraria a abrir este nuevo mercado. Algunos defensores verían con buenos ojos un modelo como el de:

  • Brasil, en el que la gestante debe ser una mujer de la familia.
  • Portugal, en el que el tratamiento se reserva exclusivamente para mujeres sin útero o con útero no funcional o dañado.
  • Reino Unido, donde es el Estado el que controla que no haya ninguna transacción económica de por medio.

Los detractores dentro de Podemos coinciden con No Somos Vasijas en que embarazo no equivale a técnica de reproducción asistida. También lo ven como una vía por la que mercantilizar el cuerpo de la mujer, quien se ve forzada a desprenderse del vínculo que había creado con el feto durante la gestación.

Además, puesto que inevitablemente se generaría un mercado, las mujeres en situación de precariedad económica terminarían vendiéndole su cuerpo a los ricos. La firma de un contrato supone la imposibilidad de arrepentimiento por parte de la gestante, lo que al mismo tiempo vulnera su derecho a recurrir al aborto sin que ello implique el incumplimiento de una serie de condiciones preestablecidas.

PSOE

Dentro del PSOE, la postura general es bastante homogénea y tiende a ser contraria. Aunque reconocen que la necesidad de tener un hijo está ahí, no lo consideran un derecho como tal.

Más bien, la gestación subrogada es vista, una vez más, como una forma de explotar los derechos reproductivos de las mujeres. No es posible que algo que, al fin y al cabo, generaría un mercado pueda llegar a ser un buen regulador de las relaciones humanas. Sin embargo, podrían mostrarse más favorables si se aprobase un modelo altruista, es decir, sin compensación económica.

El PP se muestra también totalmente contrario a la explotación de las mujeres, pero asumen que, aunque no se regularice y continúe prohibiéndose, los españoles seguirán recurriendo a esta técnica en un país extranjero como han venido haciendo hasta la fecha, lo que permite que solo quienes pueden permitírselo desde el punto de vista económico sean padres. Es por ello que, a pesar de que hay un debate abierto sin postura oficial, se ha permitido el voto en conciencia.

A favor

Son varios los partidos políticos y asociaciones que se muestran favorables a la aprobación de la gestación por sustitución en España. Es el caso de Ciudadanos (C’s), la Asociación Son Nuestros Hijos y la Sociedad Española de Fertilidad (SEF).

Ciudadanos (C's)

Para C’s, ser padre es un derecho y, por tanto, no puede depender del dinero que se posee. Proponen un modelo en el que se garanticen los derechos de todas las partes como sucede en Canadá, donde la ley contempla la tipología totalmente altruista, aunque sí permite una compensación por los gastos generados de, como máximo, 22.000 dólares canadienses (aproximadamente, 16.000 €).

Estas son algunas de las condiciones bajo las que se permite la gestación subrogada en el país norteamericano:

  • Es un proceso en el que no hay cabida para intermediaros o publicidad
  • Es apta para todos los modelos de familia, incluyendo a padres de intención extranjeros
  • Las candidatas a gestante deben tener como mínimo 21 años
  • La gestante no tiene ningún tipo de derecho legal sobre el bebé
  • Existe una sentencia judicial que permite el acuerdo entre ambas partes

Canadá es, en la actualidad, uno de los destinos más recomendados para españoles que deciden tener un hijo por gestación subrogada en el extranjero. Si quieres averiguar más sobre las condiciones legales allí y otros aspectos relacionados, haz clic aquí: Gestación subrogada en Canadá.

Sociedad Española de Fertilidad (SEF)

En la misma línea que SNH se encuentra la SEF, quienes lanzaron su Propuesta de Bases Generales para la regulación en España en abril de 2016.

La iniciativa contempla un tipo de gestación subrogada apto para todos los modelos de familia, siempre y cuando exista una razón médica que impida el embarazo o se trate de un caso de esterilidad estructural (parejas homosexuales masculinas y hombres solteros). Las partes deberán someterse a pruebas médicas y psicológicas, de las que se derivará, en el caso de la gestante, un informe de los servicios sociales para determinar su idoneidad.

Tal y como especifica la SEF en su propuesta, toda solicitud de gestación subrogada deberá ser aprobada previamente por un Comité Ético.

En cuanto al proceso de fecundación in vitro (FIV), el número máximo de embriones a transferir debería limitarse a dos a fin de disminuir los riesgos para la gestante subrogada, quien debe tener al menos un hijo propio sano. Otras condiciones para la elección de la gestante y su participación en el proceso son:

  • No podrá ser de la familia, una empleada o tener vínculo de dependencia o jerarquía alguno con los futuros padres.
  • Recibirá una compensación económica prefijada por la Administración Pública.
  • Las candidatas aptas pasarán a formar parte de un registro nacional de gestantes.

La SEF acepta que se haga publicidad, siempre que no se aliente esta práctica con la oferta de beneficios económicos. Además, aprueba la participación de agencias intermediarias sin ánimo de lucro.

Resumen: opiniones en gestación subrogada

Preguntas de los usuarios

¿Cuál es la opinión de Beatriz Gimeno sobre la maternidad subrogada?

Por Natalia Álvarez (directora de babygest).

La postura de Beatriz Gimeno, diputada de Podemos en la Asamblea de Madrid y feminista, es contraria a lo que, en sus propias palabras, es un «mercado de vientres». Refuta el argumento de quienes están a favor de ello y afirman que la paternidad es un derecho, puesto que deja de serlo si vulnera los derechos de terceras personas, en este caso, los de las mujeres subrogadas.

Para Gimeno, «comprar un embarazo» no es derecho de nadie. Desde su punto de vista, algo que se puede compensar económicamente no puede ser considerado una práctica altruista, puesto que si realmente lo es, no hay nada que compensar.

¿Hay algún grupo feminista que sí esté a favor de la gestación subrogada?

Por Natalia Álvarez (directora de babygest).

En efecto, no todo el conjunto feminista se opone a la gestación por sustitución. Existe una corriente que sí defiende la legalización de este tratamiento, argumentando que su prohibición es una forma de promover la desigualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Para esta corriente, igualdad equivale a que las mujeres tengan libertad para elegir qué hacer con su cuerpo.

Además, argumentan que quienes consideran que la gestación subrogada es una forma de cosificar cuerpos humanos olvidan que la donación de óvulos y semen están permitidas con compensación económica.

En el caso de la gestación por sustitución, el embarazo supone un esfuerzo para la mujer no exento de riesgos y, por ello, se deben compensar dichas molestias. Asimismo, cerrar las puertas a esta vía por la que ser padres discrimina al colectivo de hombres homosexuales y aquellas parejas con menos recursos que no pueden permitirse iniciar el tratamiento en un país extranjero.

¿Qué opinan partidos como Izquierda Unida sobre la maternidad subrogada?

Por Natalia Álvarez (directora de babygest).

IU está de acuerdo con el Partido Feminista, integrado en la misma coalición a día de hoy, en diversos planteamientos, entre ellos, la postura en materia de gestación por sustitución. Son partidarios de mantener la prohibición de los vientres de alquiler, porque son una forma de transformar el cuerpo de la mujer en mercancía, lo que es otra forma de prostitución según sus propias palabras.

¿Qué argumentos aportan las personas que están en contra de la gestación subrogada?

Por Cristina Mestre (embrióloga).

Se puede decir que existen dos sectores que están en contra de esta técnica. Por un lado, están los ultraconservadores o religiosos. Éstos argumentan que se trata de una técnica antinatural.

Básicamente, tienen el mismo argumento para esta técnica que para cualquier otra de reproducción asistida. Están en contra de todo lo que implique que la intervención en cualquier proceso de fecundación no sea de forma natural.

En el caso de parejas homosexuales, es aún peor. Pensar que un niño va a crecer con una familia de dos papás es, como poco, un sacrilegio.

Por otra parte, tenemos un sector del feminismo que considera que esta técnica denigra y usa a las mujeres, y que la legalización de técnicas como esta puede suponer que haya mujeres que se presten a gestar el hijo de otra persona solo por dinero o que se puedan ver forzadas a hacerlo.

Estas personas defienden que la adopción es la mejor alternativa que tienen las personas con deseo reproductivo para ser padres. Puedes leer más sobre esto aquí: Gestación subrogada vs. adopción, ¿cuáles son las diferencias?

Lectura recomendada

Como hemos podido comprobar, la variedad de partes implicadas y la dificultad que conlleva el proceso en sí lo han convertido en un tratamiento controvertido, alabado por diversos sectores y demonizado por otros, que suscita un debate también a nivel ético. Si quieres saber qué aspectos están relacionados, no te pierdas el siguiente artículo: Implicaciones morales de la maternidad subrogada.

La gestación subrogada es el tratamiento de reproducción asistida más complejo. Por ello, es importante que te pongas en manos de buenos profesionales. Por ello, te recomendamos visitar el este artículo para leer algunos consejos antes de adentrarte en este proceso.

Por otro lado, si todavía no conoces los detalles de la actual Ley 14/2006 sobre Técnicas de Reproducción Humana Asistida, por la que cualquier contrato de gestación subrogada será considerado nulo de pleno derecho, te invitamos a hacerlo mediante la lectura del siguiente resumen: Ley de Reproducción Asistida en España.

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Bibliografía