La biopsia testicular consiste en una prueba adicional para el estudio de la fertilidad masculina. Se trata de una intervención quirúrgica en la que se extrae un fragmento de testículo para buscar en él espermatozoides que puedan ser utilizados posteriormente para hacer una ICSI.
Esta prueba también es útil en casos de ausencia de espermatozoides en el eyaculado, lo que se conoce como azoospermia. La principal razón es que la biopsia testicular ayudará a distinguir entre un problema de producción de espermatozoides o de bloqueo del paso de los mismos, es decir, se podrá establecer el diagnóstico de azoospermia secretora y azoospermia obstructiva respectivamente.
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