¿Qué lugar ocupa la gestante en el árbol genealógico?

Por Equipo de Babygest
Actualizado el 05/08/2016

En general, hay bastante confusión con el propósito de la genealogía, una disciplina que estudia y documenta dos asuntos a la vez:

  • La composición de las familias del presente y del pasado.
  • La ascendencia, descendencia y alianzas (sentimentales, matrimoniales y sexuales) de los individuos.

Así pues, en un árbol genealógico deberían aparecen tanto las personas que aportaron a otras sus genes como las que ofrecieron su protección y sus cuidados.

¿Quiénes forman parte de un árbol genealógico familiar?

Suele coincidir que nuestros familiares más cercanos tienen además vínculo genético con nosotros y cuando no es así, lo ideal es poder hablar abiertamente de ello, es lo emocionalmente más sano, a pesar de que durante mucho tiempo ha sido costumbre mantener estas circunstancias en secreto o al menos ser discretos al respecto, generando malestar visible e invisible en todas las personas implicadas.

Todas aquellas personas que dan y sostienen la vida son importantes para la existencia o supervivencia de una criatura, por eso merecen al menos una mención en su genealogía, unas porque aportan su genética y otras porque en un momento más o menos dilatado en el tiempo cuidan mejor o peor o ayudan a que se desarrolle esa vida y crezca.

Eso sí, cada persona que se disponga a hacer un árbol genealógico, sea profesional o no, deberá elegir cuál es el lugar que le corresponde teniendo mucho respeto por los sentimientos y manera de pensar de las personas que en él aparecen.

Gestación subrogada en el árbol genealógico

En el caso de querer representar genealógicamente una gestación subrogada debemos tener en cuenta a las principales personas implicadas en ella.

La primera sin duda es la criatura que nace gracias a esta técnica de reproducción asistida, seguida de las demás: el o los progenitores, el o los donantes de gametos y la gestante.

Tenemos la responsabilidad de dejar constancia del amor y la generosidad de muchas personas, todas deben aparecer porque su contribución es imprescindible: unas con su intención de formar o ampliar una familia y proporcionar cuidados a una criatura y otras porque donan su material genético y/o su capacidad de gestar.

La gestante no ocupa el mismo lugar en todas las genealogías porque las circunstancias y manera de pensar de cada familia son diferentes. En ocasiones la gestante también aporta su óvulo, no es lo más habitual, pero entonces la vinculación genética con la criatura se intensifica al compartir una herencia biológica en común.

En otras la gestante es miembro de la familia y por lo tanto no se la considera más de lo que ya es, por ejemplo, la abuela o la tía de la criatura que hizo un gran regalo a su querida hija o hermana, no pasa a ser algo más.

En casi todos los países en los que está regulada la gestación subrogada suele permitirse tener más o menos contacto entre los padres y la gestante, así que la relación que las familias establecen con ella, y viceversa, acaba siendo más o menos estrecha y familiar si ambas partes así lo quieren y puede mantenerse en el tiempo, incluso repetir la experiencia con otro hermano.

En definitiva, más allá de las leyes (en España algunas familias a pesar de sus sentencias judiciales de EE. UU. ven como en el Registro Civil aparece la gestante como madre de la criatura, algo que vulnera el convenio de La Haya y los derechos de la criatura que tiene simultáneamente dos filiaciones, dos identidades), más allá de la moral de algunos que consideran a estas mujeres vasijas y más allá de la concepción clásica de la familia heterosexual tradicional que dice que madre es la que pare, son las familias las que eligen qué lugar le dan en el árbol genealógico a esa mujer (ella también decidirá qué lugar da a las criaturas que ha gestado y a sus familias) y con los años serán las personas nacidas por gestación subrogada las que le darán un lugar que puede coincidir con el que dieron sus padres y con el que le dio por otro lado la gestante, desde reconocerla como madre de útero, como tía, amiga especial de la familia o como “mi gestante” (al igual que otros hablan de “mi/s donante/s”).

¿Hay un vínculo familiar entre la gestante y los padres de intención?

Hoy por hoy no existe un término de parentesco oficial ni consensuado que designe esta vinculación reproductiva, que también puede ser afectiva, así que entre todos tendremos que construirla.

No hay ningún programa de genealogía con el que se pueda reflejar una gestación subrogada, ni siquiera hay símbolos para genogramas que representen adecuadamente ésta y otras técnicas de reproducción asistida.

Hay mucho trabajo por hacer por parte de genealogistas, antropólogos, psicólogos y por supuesto de las familias protagonistas para que cada genealogía sea justamente representada. De momento tenemos vía libre para que cada cuál lo haga de la manera que le parezca, siempre que sea respetuosa.

Preguntas de los usuarios

¿Qué posición ocupan la gestante subrogada, la donante de óvulos y el donante de semen en un árbol genealógico familiar?

Por Mireia Nieto (genealogista).

Cada persona es libre de incluir a quien quiera en su árbol genealógico, pero solo un apunte aunque la gestante no aporte su genética, sí moldea de alguna forma la expresión de los genes de la criatura mientras está en su vientre, así que su aportación epigenética es muy trascendente.

¿Se debe incluir en el árbol genealógico a cualquier persona que haya dedicado su tiempo o esfuerzo a un hijo?

Por Mireia Nieto (genealogista).

Podría ser incluida si la familia si así se desea, si se cree que forma parte de la familia y se le daría en esta genealogía el lugar que se determine para ella. Nadie está obligado a poner a nadie en su árbol genealógico.

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Bibliografía