Una de las mayores dudas que surgen a los padres que han tenido a sus hijos gracias a la donación de óvulos (o espermatozoides) es si contarselo o no a sus hijos, pues temen un posible rechazo por parte de éstos.
Sin embargo, los expertos recomiendan hablar del tema con los menores con naturalidad y sinceridad.
A continuación tienes un índice con los 4 puntos que vamos a tratar en este artículo.
Calidad de las relaciones entre padres e hijos
Cuando una pareja se decide a tener un hijo, empieza a imaginar cómo será su nariz, sus ojos, su personalidad... Generalmente al deseo de ser padres se añade la ilusión de que herede los rasgos físicos y el carácter de los futuros padres.
Sin embargo, no siempre es posible que el futuro bebé nazca fruto de la unión de los gametos de sus padres. Existen casos de infertilidad cuya única solución posible es la donación de óvulos y/o semen.
Aceptar que tu hijo portará la dotación genética de otra mujer no es fácil. Así como tampoco, contárselo cuando el bebé sea mayor.
Muchas parejas que recurren a la donación de óvulos se enfrentan a la gran decisión de si deben o no contarle al futuro hijo su verdadero origen genético. El principal miedo que les surge el el rechazo por parte del niño así como el deterioro de la relación paterno-filial.
Tal y como demuestran diferentes estudios realizados al respecto, lo que verdaderamente pone en peligro la relación familiar es justamente lo contrario: ocultar al bebé la información sobre su origen biológico.
Este hecho es especialmente "peligroso" o perjudicial para la relación familiar si otras personas saben que el niño nació gracias a la donación de óvulos y se le oculta al niño. En este caso, existe la posibilidad de que por accidente el niño lo descubra y se sienta defraudado por sus padres, lo cual sí daña la relación y empeora la relación.
Los expertos recomiendan que el niño ha de ser el primero en saber cómo nació y cuál es su origen. De hecho, los profesionales recomiendan que se explique a edades tempradas, aunque no llegue a entenderlo con claridad.
La edad pre-escolar es el momento más adecuado para hablar por primera vez con el niño sobre reproducción asistida y donación de óvulos. Lógicamente, el discurso deberá amoldarse a su capacidad comprensiva y a medida que vaya creciendo se revelarán más detalles reales.
A esas edades, la calidad de la relación familiar es mucho más importante para el niño que la dotación genética. Por tanto, si crece con la idea de que su mamá y papá necesitaron la ayuda de otra mujer para su nacimiento, vivirá con ello y los asumirá con total normalidad.
Según los estudios realizados, contarlo en edades avanzadas como la adolescencia puede poner en riesgo la relación familiar. Pues el niño ha madurado haciendose una idea y de repente, al revelarle su origen genético, se le desmonta. Esto puede hacer que se sienta frustrado y decepcionado, poniendo en peligro la relación familiar y aumentando el sentimiento de rechazo hacia sus padres.
Donación de óvulos anónima o conocida
El hecho de que la donación de óvulos no sea anónima,como ocurre en Estados Unidos, puede hacer más o menos complicada la revelación. Algunos creen que dar a su hijo la posibilidad de conocer a la donante de óvulos pueden hacer sentir en él cierto amor maternal. Sin embargo, otros creen que es un derecho que no pueden ocultar a su hijo y por tanto se sienten seguros de revelarle la identidad de la que fue la donante de los óvulos que le permitió nacer.
Por otra parte, hay padres que opinan que si la donación es anónima (como por ejemplo en España), no es importante que el niño sepa que sus padre recurrieron a este tratamiento, pues de igual forma no va a tener la posibilidad de conocer toda la información sobre su origen biológico. Por otra parte, otros opinan que puesto que no va a poder conocer a la donante, no hay miedo o dudas en contárselo.
Como podéis ver, en este sentido hay una gran variedad de opiniones y por tanto, se recomienda siempre contar con apoyo psicológico que ayude a tomar la decisión más adecuada para cada tipo de persona y cada situación familiar particular.
Modelos de familia
Al igual que en otros aspectos, en relación a la revelación de los orígenes, hay variedad en función del modelo familiar.
- Parejas homosexuales: normalmente las familias homoparentales tienden a contarlo, pues la ausencia de miembro del sexo contrario lo hace evidente para los adultos y aumenta las preguntas por parte de los niños.
- Madres y padres solteros: ocurre lo mismo que en el caso anterior. La evidencia de la necesidad de reproducción asistida hace más fácil la decisión de revelar el origen al bebé.
- Parejas heterosexuales: la gran mayoría de estas parejas ocultan erróneamente el origen a sus futuros hijos, a pesar de las recomendaciones de los expertos. No obstante, cada día son más los padres que lo desvelan, aunque muchos de ellos continúan haciéndolo a edades no recomendadas.
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Se debe contar desde el minuto cero en que nacen los niños y a la familia y a todo el entorno. No es algo por lo que haya que avergonzarse, no se es menos madre o menos padre.