El embarazo es una situación por la que el organismo de una mujer sufre una gran variedad de cambios. Algunos de ellos no suponen ningún problema en la mujer pero otros pueden causarle graves consecuencias a corto o largo plazo.
En este artículo hablamos de los posible riesgos que pueden derivarse del embarazo y por los cuales es fundamental el control de la gestante durante el embarazo.
A continuación tienes un índice con los 4 puntos que vamos a tratar en este artículo.
Prevenir mejor que curar
Para evitar problemas de salud la mujer debe modificar en mayor o menor grado su estilo de vida y adaptarse a la nueva situación. Rutinas como la alimentación, el ejercicio o la actividad profesional son algunos de los aspectos a tener en cuenta a la hora de adaptarse a esta nueva situación orgánica.
Cuidarse y seguir las indicaciones médicas no solo es aconsejable para evitar daños en la mujer durante la gestación sino también para favorecer el adecuado desarrollo del feto.
En un proceso de gestación subrogada, tanto la gestante como los padres de intención deben conocer detalladamente los riesgos a los que se enfrentan. De aquí se deriva la importancia de un adecuado y detallado contrato de gestación subrogada así como unos buenos consentimientos informados.
Enfermedades relacionadas con el embarazo
Existen enfermedades o alteraciones del organismo que son más comunes durante el embarazo. Entre ellas destacamos:
- Obesidad: el embarazo supone un aumento de peso, pero es importante que éste se sitúe dentro de los límites marcados por el médico. Un aumento de peso desproporcionado puede conllevar un aumento del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, hipertensión, apnea del sueño, diabetes, etc.
- Preeclampsia: se trata de un síndrome propio de las embarazadas caracterizado por hipertensión arterial y problemas de riñones. Los síntomas principales son: inflamación de la cara y manos, dolor de cabeza, aumento de la presión arterial y de los niveles de proteína en orina.
- Diabetes gestacional: se produce un aumento de los niveles de azúcar. Es importante controlarlo con una adecuada alimentación y en algunos casos con aportaciones de insulina externa.
- Anemia: reducción en el número de glóbulos rojos. Entre los síntomas que genera encontramos el aumento del cansancio, mareo, palidez...
- Hiperémesis gravídica: presencia de náuseas y vómitos continuos e intensos durante el embarazo que pueden causar deshidratación, pérdida de peso uy desequilibrios electrolíticos.
- Depresión, durante el embarazo por el aumento de la sensibilidad o también tras el parto.
- Deficiencias nutricionales
- Problemas óseos debido a la reducción de los niveles de calcio
- Aborto espontáneo
- Varices
- Retención de líquidos
Algunas de estas enfermedades pueden llegar a agravarse y suponer un verdadero riesgo para la salud de la mujer embarazada, por lo que es imprescindible que la gestante se informe detenidamente al respecto antes de convertirse en gestante.
El parto
Aunque los avances en medicina han reducido en gran medida los posibles riesgos durante el parto, todavía hoy se producen situaciones que pueden comprometer la vida tanto de la gestante como del bebé.
Durante el parto pueden producirse hemorragias, desgarros, lesiones, infecciones y falta de oxigeno que generalmente no son graves y son solventadas por los profesionales de forma rápida, pero que en ocasiones pueden complicarse y suponer incluso la muerte del feto y/o la gestante.
Cuidados especiales en la gestante
Para evitar las complicaciones y posibles riesgos tanto durante el embarazo como en el parto se debe llevar una vida tranquila, seguir las indicaciones del médico y evitar situaciones o hábitos de riesgo. A continuación damos una serie de consejos a seguir para tener un embarazo saludable y sin peligros para la gestante ni para el futuro bebé.
- Abandonar el tabaco, alcohol y otros drogas.
- Higiene adecuada, especialmente de dientes y genitales.
- Apoyo emocional
- Evitar los alimentos crudos
- No realizar ejercicio excesivo
- Evitar la medicación y en caso de ser necesaria, consultar con el médico sobre el medicamente específico que se desea tomar.
- Seguir una dieta adecuada. Se recomienda reducir la cafeína, el gas y las grasas trans; ingerir abundantes líquidos y alimentos ricos en calcio, vitaminas y hierro.
- Descansar el tiempo necesario
- Evitar grandes esfuerzos, especialmente en la etapa final del embarazo
- Realizar las revisiones médicas establecidas
No seguir las recomendaciones médicas ni adaptar el organismo y las rutinas diarias a la nueva situación del embarazo puede llevar a complicaciones durante el mismo susceptibles de causar malkformaciones fetales o demás riesgos tanto para el feto como para la gestante.
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Supongo que es importante que la gestante sepa bien todos estos riesgos pero es más para el bien y la seguridad de los padres de intención que por ella misma, ya que si se supone que ella ya ha pasado por un embarazo puede saber más o menos los posibles problemas o como reacciona su cuerpo ante el embarazo.
Haber tenido un embarazo puede hacerte una idea de como va a actuar tu organismo ante un nuevo embarazo pero la verdad es que cada embarazo es diferente y el cuerpo puede actuar o responder de manera diferente antes una misma situación en función de cada momento. Por esta razón, es importante que tanto padres de intención como la gestante estén adecuadamente informados sobre los posibles riesgos del embarazo.