A medida que la edad de la mujer avanza, las posibilidad de lograr un embarazo utilizando sus propios óvulos disminuye. Además, especialmente a partir de los 40 años, la probabilidad de alteraciones cromosómicas en los embriones es mayor debido a una peor calidad de los óvulos de la mujer.
Gracias a la medicina reproductiva, existen varias alternativas para los casos de mujeres de avanzada edad que buscan el embarazo y no lo logran con sus propios óvulos. Entre ellas se encuentra el DGP y la ovodonación, cuyas tasas de éxito son de un 39,7% y 41,1% respectivamente.
Por otro lado, las tasas de éxito de la FIV con semen de donante no tienen en cuenta la edad de la mujer, pero sí la procedencia de los óvulos.
Por tanto, para conseguir que el tratamiento de fertilidad sea efectivo, exitoso y de como resultado el nacimiento de un bebé sano, es importante seguir las indicaciones del médico y aplicar el tratamiento que resulte con mayor probabilidad en función de cada situación.