En primer lugar, porque son muchos los países donde la gestación por sustitución está permitida únicamente a nacionales del país. Ello significa que cualquier contrato de gestación subrogada firmado por extranjeros no sería válido y, por tanto, sería ilegal.
En segundo lugar, no solo es importante tener en cuenta la legislación del país de destino, sino la del país de origen, en este caso, España. A la hora de elegir un destino, hay que tener en cuenta cómo se obtiene la filiación del niño y si el Consulado español va a otorgarla, algo que dependerá de los papeles que nos concedan en el país de origen para poder tener garantías de que no habrá problemas.
En tercer y último lugar, aunque se permita en varios países, no todos los modelos de familia suelen estar aceptados. Así, aunque no suele haber problemas cuando se trata de parejas heterosexuales casadas, siempre y cuando el marido aporte la carga genética, las parejas homosexuales y hombres solos suelen tener más restricciones.