Es normal que los padres se cuestionen si realmente merece la pena contar al niño que ha nacido por gestación subrogada. Esto ocurre también cuando se tiene un hijo por donación de óvulos, semen o embriones, especialmente cuando tiene tanto la figura paterna como la materna. En estos casos, es importante tener en cuenta que toda persona tiene derecho a saber de dónde viene.
Asimismo, los padres tienen que hacerse las siguientes preguntas: ¿Es tan importante de dónde venga como para contarle una mentira?, ¿por qué es tan importante que haya nacido de su madre o que comparta los genes de sus padres?, ¿acaso haber querido tenerlo y darle todo el cariño del mundo no es suficiente?
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