Medio informativo sobre adopción, casos complejos de fertilidad y gestación subrogada

Al fin somos papás

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Al fin somos papás

Estefy · 2015-08-31 08:50:57 UTC

Con 27 años mi marido y yo tuvimos un accidente en casa, se nos cayó encima la estantería que teníamos en casa detrás del sofá mientras veíamos la tele con la mala suerte de que la parte acristalada cayó encima mía y bueno uno de los trozos de cristal se clavó en mi barriga y me causó una hemorragia y un gran desgarro en el vientre. Estuve entre la vida y la muerte y la verdad, los médicos hicieron un gran trabajo. Tal y como me explicaron hicieron todo lo posible para no tener que extirparme el útero porque era joven y estaba en edad de procrear y en ese momento consiguieron salvarlo pero al poco tiempo la cosa se complicó por una infección tras la operación y finalmente decidieron que la mejor opción era extraerlo. En ese momento pensé que debía agradecer no haber pedido la vida y no amargarme por no poder tener hijos. Pensé que siempre podría recurrir a la adopción pero parece ser que no. Cuatro años más tarde del accidente empezamos con los trámites para la adopción pero no lo conseguíamos, nos rechazaban por diferentes aspectos relacionados con mi marido que no es necesario explicar. El caso es que empezamos a documentarnos e investigar sobre el vientre de alquiler. Al principio creíamos que era una locura pero tras entender bien en qué consistía el proceso y las opciones existentes y conocer a gente que lo había conseguido, decidimos empezar la aventura. Decidimos que Ucrania era un buen destino para nosotros. El precio era razonable, sobretodo comparado con USA, cumplíamos los requisitos: podíamos aportar los gametos y demostrar mi incapacidad de gestar por ausencia de útero. Escogimos a la gestante, en concreto, la segunda opción seleccionada ya que la primera no superó las pruebas. Yo no quería conocerla personalmente y esto en Ucrania generalmente se actúa de este modo así que era perfecto. eñ Tras un embarazo algo complicado y con el sufrimiento de que finalmente no llegara al fin deseado, llegó el momento del parto. Fuimos a Ucrania y después de tres semanas allí y bastantes papeleos volvimos a casa ya siendo tres. Era algo increíble!! Parece una historia sacada de una película pero fue así, esta es mi historia. La realidad supera casi siempre a la ficción.