Cuando una mujer presenta problemas uterinos que le impiden llevar a término el embarazo, muchas veces muestra también alteraciones a nivel ovárico que le obligan a necesitar una gestante además de una donante de óvulos para poder tener un hijo.
La donación de óvulos es un tratamiento reproductivo que se aplica muchas veces en procesos de gestación subrogada, cuando la futura madre no puede aportar sus propios óvulos o también en el caso de hombres solteros y parejas gays.
A continuación tienes un índice con los 2 puntos que vamos a tratar en este artículo.
Relación con la donante de óvulos
Aunque la mayoría de destinos de gestación subrogada ofrecen la posibilidad de conocer a la gestante, conocer a la donante no es siempre una opción. Tampoco hay universalidad en cuanto a las preferencias de los futuros padres, pues algunos defienden la elección y el contacto personal con la donante mientras que otros prefieren desconocer la identidad de la misma.
En algunos destinos la ley prohibe desvelar la identidad de la donante a los futuros padres. Sin embargo, existen otros países en los que los futuros padres pueden seleccionar ellos mismos a la mujer que aportará la carga genética a su bebé. La relación que tengan con ella, más o menos íntima, dependerá de lo que ambas partes deseen.
Así, existen familias que prefieren establecer una relación de amistad íntima y personal con la donante de óvulos con el objetivo de poder dar a su futuro hijo la posibilidad de conocer su origen biológico. Y otras que no quieren tener contacto con la donante tras la selección.
Cuando la identidad de la donante de óvulos se mantienen en el anonimato, se está privando al menor del derecho a conocer su origen. Aunque para muchos éste es un derecho fundamental, otros no lo consideran importante y por ello prefieren escoger la opción del anonimato.
Esta última posibilidad también es muchas veces escogida por miedo a que los futuros hijos rechacen a sus padres por considerar que su verdadera madre es la que les ha parido.
Derechos y obligaciones en la ovodonación
Tanto en casos en que se conoce la identidad de la donante como en los que no, ésta no tiene ningún tipo de derecho ni obligación sobre el bebé nacido gracias a su aportación genética. Tanto la donante como los futuros padres han de tener claro este aspecto:
- Es importante que los futuros padres y el bebé sepan que aun conociendo la identidad de la donante, no podrán solicitarle ningún tipo de responsabilidad ni tampoco ella podrá reclamarles la maternidad en base a la carga genética.
- La donante debe saber que su función en el tratamiento reproductivo es únicamente aportar el material genético y que no por ello tiene derechos de maternidad sobre el futuro bebé ni tampoco obligaciones.
En este sentido es fundamental que tanto padres de intención como donante entiendan los consentimientos que firman antes de iniciar el proceso.
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A mi me parece que el niño tiene que tener la opción de conocer a la persona de la que proviene, tanto la gestante como la donante como su madre. Son las tres mujeres gracias a las cuales está vivo y por ello son las tres mujeres que deciden su origen e identidad. Es un derecho del niño y creo que no se debe renunciar a él porque tus padres hayan recurrido a la donación o la gestación subrogada para poder tenerte.