La gestación subrogada es una técnica de reproducción asistida a la que recurren parejas y personas solas que necesitan ayuda de una mujer ajena para poder llevar a buen término su embarazo. Las razones por las que se recurre a este tratamiento varían de unas personas a otras, las vivencias de unos y otros antes de llegar a esta técnica puede marcarlos profundamente. Intentaremos analizar los casos más habituales, para que así podamos entender mejor como viven la gestación subrogada los futuros padres y qué efectos tiene sobre ellos.
A continuación tienes un índice con los 3 puntos que vamos a tratar en este artículo.
Parejas heterosexuales con graves problemas de fertilidad
Estos padres intencionales llevan a sus espaldas un gran número de tratamientos de reproducción asistida, muchos intentos, muchos resultados negativos y en algunos casos hasta muchos abortos. Son personas que llevan años sufriendo, que ven como sus amigos van formado sus familias y, sin embargo, ellos no lo logran. En muchos casos se sienten frustrados, y ven en la gestación subrogada su última opción para ser padres. Son personas que ya han hecho grandes esfuerzos económicos y ahora están haciendo su última apuesta. Personas que han renunciado a casi todo para poder cumplir su sueño.
Estos padres viven la gestación subrogada con ilusión pero en algunos casos con celos por no poder ser ella misma quien geste a su hijo. Algunas de estas mujeres no tiene una relación cercana con la gestante o no la mantiene tras el nacimiento del bebé. Incluso puede que no lleguen a conocer a la mujer que gesta a su hijo y muchas prefieren que sea así.
Como decía anteriormente ésta es su última opción después de haberlo intentado todo, por lo que son parejas que les cuesta disfrutar del embarazo ya que tienen miedo a volver a perderlo. Las malas noticias les han acompañado durante años y les cuesta creer que por fin van a lograr tener a su bebé. Viven el proceso con temor, por miedo a que algo salga mal. Es este miedo el que les coacciona a la hora de compartir con su entorno el proceso y algunas de ellas prefieren no contarlo.
Sin embargo, también hay parejas que a pesar de haber pasado por diversos tratamientos y muchas dificultades para tener a su hijo, consiguen llevar el proceso de gestación subrogada con una mayor naturalidad, aceptando que es la opción con la que formarán su familia.
Mujeres con incapacidad médica de gestar
Por desgracia son muchas las mujeres que sufren una incapacidad médica de gestar, y hablamos de incapacidad médica cuando se trata de mujeres que carecen de útero (de nacimiento o por enfermedad) o tienen una patología médica donde la gestación está contraindicada. Esta mujeres, en su mayoría, no han pasado por tratamientos de reproducción asistida antes. Para ellas la gestación subrogada es la primera opción, por lo que viven el proceso con naturalidad.
Son mujeres que han asumido su incapacidad de gestar. En el caso de haber nacido sin útero, tienen asumido que esa es su realidad, lo que por supuesto no significa que no les afecte emocionalmente. En el caso de padecer o haber padecido una enfermedad, estas mujeres han tenido que pasar su duelo. No solo han superado una enfermedad, sino que además han tenido que asumir su incapacidad para gestar. Normalmente para cuando recurren a esta técnica de reproducción asistida, se sienten muy fuertes psicológicamente y viven el proceso con mucha ilusión.
En su mayoría, estas mujeres quieren conocer a la gestante, tener una relación estrecha con ella y no suelen sentir celos. Tampoco suelen vivir el embarazo con miedo a un aborto espontáneo, lo viven con las preocupaciones naturales de cualquier mujer que va a ser madre. Suelen compartir todo el proceso con su entorno.
Parejas homosexuales masculinas u hombres solos
Estos futuros padres recurren a la gestación subrogada como su primera opción, en su caso es evidente cual es el motivo por el que no pueden gestar a su bebé. Son hombres que han decidido que quieren formar su familia y son muy conscientes del papel de la gestante en sus vidas. En la mayoría de los casos, conocen a las gestantes y tienen una relación muy estrecha con ella. La consideran parte de la familia. También son padres que son conscientes que tendrán que explicar a sus hijos exactamente como han venido al mundo, no pueden evitar esa pregunta, por lo que para ellos es importante que la mujer que geste a su hijo siga formando parte de su vida e incluso la conozcan personalmente.
Viven la gestación subrogada con mucha naturalidad. Suelen compartir el proceso con su entorno y normalmente están más abiertos a hacer público que han recurrido a esta técnica para formar su familia. Su recorrido ha sido distinto, no han escuchado la típica frase "y los niños para cuando", no han sentido la presión social para formar una familia. Más bien lo contrario, la sociedad tiende a dar por hecho que una pareja gay no va a tener hijos. Quizás por ello a los padres solos o a las familias homoparentales masculinas les toca ser mejores padres que la media para que no se cuestione su capacidad.
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Es cierto que en los hombres no se puede esconder de igual modo que en las mujeres. Es decir, una mujer que quiere ser madre y recurre a la gestación subrogada siempre puede comprar una barriga falsa (que existen) y fingir un embarazo, lo cual es imposible en un hombre.
De cualquier modo, veo totalmente absurda la situación de fingir el embarazo o esconder el modo de tener a la familia. Lo importante es tratarlo con naturalidad tanto en parejas homo como heterosexuales, ya que la gestación subrogada es un proceso reproductivo. Además, es importante para el desarrollo normal y adecuado del bebé que se trata con naturalidad la forma en que ha concebido para que él pueda entenderlo perfectamente cuando sea mayor y no haga preguntas incómodas o descubra que sus padres le han engañado.
Yo he sido padre por gestación subrogada y animo a todos a que lo expliquen a sus hijos desde bien pequeños tal y como hice yo. Ellos lo aceptan, lo entiendes y son felices, y eso es mi máxima prioridad, su felicidad.