En un tratamiento de fecundación in vitro (FIV) se estimula el ciclo ovárico de la mujer mediante medicación hormonal con el fin de obtener un mayor número de ovocitos y con ellos aumentar el número de embriones viables susceptibles de ser transferidos e implantar en el útero de la gestante, dando lugar al embarazo. Sin embargo, no todos los embriones serán transferidos.
La ley española 14/2006 establece que se puede transferir al útero un máximo de tres embriones por transferencia. Sin embargo, esto no es lo habitual. La mayoría de especialistas aconsejan transferir uno o dos embriones en función de la calidad. Con esto se reduce las posibilidades de embarazo múltiple, así como los riesgos asociados al mismo.
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